Capítulo 1

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Katrina

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Miro el chico que tengo parado frente a mí, éste con un cuchillo en sus manos mientras que en sus labios se veía reflejada las ansias que sentía por tener mi sangre entre sus ellas.

¿Quien era?

¿Por qué quería lastimarme?

Miles de pensamientos me vienen a la mente entretanto mis ojos solo observan como aquella cuchilla solo da vueltas entre sus dedos... listo para atacar.

¿Acaso será un lobo enviado por los Victorian o por Aramis para asesinarme?

Pero es que... no parece para nada ser un lobo. Incluso, no huele a uno de nosotros.

Pero debo admitir que la poca visibilidad que tenía en este callejón evitaba que le viera la cara con más claridad.

—¿Quién eres? ¿Y porqué es que quieres lastimarme? —Pregunto mientras extiendo mi mano hacia atrás, hacia Cristal. Tratando de protegerla a ella y al bebé lo más que pudiera.

El hombre solo da un paso hacia adelante con aquella sonrisa macabra en los labios. El cuchillo aún dando vueltas entre sus dedos sin cesar.

Yo camino de forma lenta y pausada hacia atrás, empujando a Cristal delicadamente tras mi espalda.

Ésta sujeta de mi hombro, entre que sollozaba.

—Es simple, tu mera existencia perjudica a los míos, a mi familia... a mi gente. —Alza una ceja. —Y es por esto que debo deshacerme de ti querida Katrina. —Bufa. —Nada personal.

Una vez aquellas palabras salen de los labios de este desconocido, le veo comenzar a correr hacia mí a una velocidad increíble; tan rápido que apenas podía seguirle el rastro.

Empujo a Cristal hacia un lado y esquivo aquel cuchillazo que éste me lanza hacia el cuello; inclinando mi cuerpo, de la cintura hacia arriba, para atrás.

Con la esquina de ojo, en menos de un segundo, veo como éste se recompone de inmediato y lanza otro ataque a mi persona con aquella cuchilla en mano.

Me muevo hacia un lado lo más deprisa que mi cuerpo me lo permite, pero la punta de aquella navaja logra tocarme y hacerme un corte en el brazo.

Me quedo inmóvil mientras miro la manga de mi camisa; ahora rota. Sangre comenzando a salir de la herida entre que empapaba de poco a poco la tela de mis ropas.

Definitivamente aquella navaja sí que estaba afilada.

Corriendo hacia él, para atacarle, percibo como me lanza una patada rápida hacia la cara la cual logro esquivar con dificultad. Esta pasando a solo algunos escasos centímetros de mi pómulo derecho.

Mientras me inclino hacia un lado, esquivando más y más de sus ataques, me le acerco de poco a poco, salto y logro pegarle con mi mano en su muñeca.

La navaja se le cae de las manos y la escucho caer al suelo. Fuera del alcance de ambos.

—Sabes pelear niña. —Sonríe, viéndome fijamente. —Al menos eso lo tengo que admitir.

Rápidamente tras aquellas palabras, este hombre, siendo muy veloz; se me acerca y comienza a lanzarme puñetazos... uno tras otro.

La velocidad con los que los lanzaba me decía que no era un simple ser humano; así que definitivamente quedaba descartado que fuera algún tipo de cazador o algo por el estilo.

Dos Mundos Wolfrahan © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora