Dos Mundos Wolfrahan ©

Capítulo 43

Katrina

Una vez salimos del salón en donde se estaba llevando a cabo la ceremonia, nos encontramos con más guardias en el corredor. Todos listos para atacarnos y, tal como dijo el rey de Lontar, no dejarnos salir con vida de este lugar.

Miro a Heron, está herido y con sus ropas llenas de sangre, pero aun así continúa.

Justin tiene una cortada en el pecho. Mi papá ayudándole a seguir hacia adelante.

—¡Alto ahí! En nombre del rey! —grita uno de los guardias entretanto se echa a correr en nuestra dirección.

Sin pensarlo dos veces, todos y cada uno de nosotros procedemos a colocarnos en posición de ataque para así, una vez lleguen los guardias donde nosotros, empezar a hacer rodar cabezas.

Y así sucedió.

Cuando los guardias comenzaron a atacarnos con sus espadas, Lían de inmediato entabló pelea con uno de ellos. Los demás ayudándole a neutralizar a los otros que venían.

Escucho pasos en el otro extremo del pasillo hacia donde debíamos ir para llegar a la puerta principal, razón por la cual me doy la vuelta muy deprisa y ahí es que veo a dos guardias venirnos por las espaldas.

—Vamos, Katrina. Muéstrame que todo lo que practicamos juntos valió la pena. —Heron me mira y sonríe.

Asiento.

Peleando de mano a mano con el vampiro a mi lado, Heron y yo comenzamos a darle de a golpes a los guardias con patadas y puños sincronizados. Definitivamente el entrenamiento que había hecho con él durante las últimas semanas había traído frutos y nos había enseñado a pelear de una forma limpia y en equipo.

Uno de los guardias intenta cortar a Heron con el filo de su espada al hacer un barrido en el aire, veo cómo Heron me extiende su mano en una señal para que atacáramos juntos, razón por la cual corro hacia él, tomo de su mano, me balanceo hasta llegar justo frente a él para luego Heron lanzarme en el aire y yo caer justo sobre el vampiro y romperle el cuello en el instante.

El otro guardia de inmediato intenta hacerme daño, pero Heron llega donde mí con la espada del guardia que mete y se la espeta prontamente en el pecho, matándolo al instante.

—¡Tenemos que salir de aquí! ¡Vamos! —Heron me toma de la mano con fuerza y juntos comenzamos a dirigirnos hacia la puerta de salida. Los demás tras nosotros.

Corriendo por los pasillos del castillo y entre los invitados, quienes nos esquivaban con desagrado, Heron continúa sujetándome la mano con fuerza mientras me lleva corriendo más rápido de lo que mis pies con tacones podrían. Mis pasos torpes atrasándonos y haciendo que perdiéramos tiempo.

—¡Espera! —le digo soltando su mano por un instante mientras me detengo en seco.

—¿Qué haces, Katrina? —me mira con terror entretanto su mirada se desvía a veces hacia el final del pasillo por donde venían aquellos guardias acechándonos.

Inclinándome un poco, alcanzo los tacones que me mortificaban la existencia y me los quito apresuradamente.

—¡Ahí están! —grita uno de los guardias al tomar una esquina y lograr vernos.

Me molesto por todo esto, agarro con fuerza el tacón que tenía en las manos, se lo lanzo y logro pegarle en la cabeza.

El guardia se detiene tocándose el área de impacto y soltando un quejido. Heron de inmediato me agarra nuevamente de la mano y me hala comenzando a correr junto conmigo, pero esta vez mejor sin los benditos tacones que me molestaban.