Dos Mundos Wolfrahan ©

Capítulo 6

Katrina

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Me quedo helada al escuchar aquellas palabras salir de la boca del hombre misterioro del callejón; o más bien dicho... de Heron.

Él era el vampiro que hemos estado buscando durante meses. Aquel que mató a Aramis una vez hace mucho tiempo y que necesitábamos ahora para que lo volviera a hacer. Ya que yo sola no podía con su gran fuerza.

De alguna forma, y por alguna razón, este vampiro piensa que yo soy una amenaza para él y los demás... y por ello quiere acabar conmigo. Quiere matarme para que no ayude a Aramis a seguir fortaleciéndose con mi sangre; quiere asegurarse de que yo no aporte a su gran fuerza descomunal y a hacerla aún más invensible... lo cual era entendible.

Pero, el único detalle aquí fue que yo fui atrapada, humillada y forzada a darle mi sangre a Aramis por el rey lobo alpha. Fui obligada a levantarla de entre los muertos cuando casi aquello me lleva a mí a la tumba; y a los que más amo.

Y apuesto a que esa parte importante de la historia Heron no la sabía.

Además, yo quería matar a Aramis tanto como él. Yo quería acabarla por todo el daño que me había hecho, y sé, que si logramos entendernos, quizás; podríamos colaborar.

Quizás podíamos juntarnos y entre los dos, lograr vencerla de una buena vez y por todas.

Pero, en realidad no sabía si él me escucharía o creería aunque fuera una solo palabra mía.

Y a juzgar por lo que he visto hasta, parece que es muy chapado a la antigua y un tanto cabeza dura... así que no sé si sería capaz de aliarse conmigo para acabarla o si simplemte diría que él no hace trato con los que no son de su clase.

Ya que he visto que odia a los lobos al igual que odia a la mismísima Aramis.

Pagamos todos por igual...

También, hay que mencionar que ahora que tengo el conocimiento de que él fue el que mató a Aramis en un principio; la piel se me pone de gallinas al entender lo fuerte y ágil que es este personaje.

Lo poderoso que puede llegar a hacer y lo difícil que sería escapar o deshacernos del su persona sí simplemente decide que no nos ayudaría y que mejor acabaría con mi vida para siempre.

Cosa, de la que no sería posible escapar.

¡Mierda!

Mal enemigo me he hecho; y todo por culpa de la estúpida de Aramis.

Le veo, éste estaba dándole vueltas, entre sus dedos, a aquella navaja; jugando con ella entre que nos mira con una sonrisa maliciosa en los labios. Esperando a tener una oportunidad limpia para atacarme, asesinarme y solo seguir su rumbo hacia la reina del terror.

Hacia ella.

Trago hondo antes de proceder a hablar con él. Ya que si quería convencerle de que me ayudara, o al menos de tenerme como aliada; tenía que medir muy bien mis palabras y ser cautelosa.

Si es que quería impedir una masacre.

—Entonces eres Heron, aquel vampiro que mató a Aramis hace muchos años atrás. —Digo aquello y noto como éste me mira con un toque de confusión en el rostro. Dejando de darle vueltas a aquella navaja entre sus dedos y tomándola firme entre sus manos; tornándose serio.

—¿Cómo sabes esos detalles? —Se separa del pilar del balcón y da un paso al frente.

—¡Ni un paso más chupa sangre! —Dice Wesley viéndole con coraje. Sus ojos clavados en él. Éste a mi mano derecha.