Dos Mundos Wolfrahan ©

Capítulo 22

Heron

La miro, su pecho subiendo y bajando aceleradamente tras decir aquellas palabras.

Palabras que admito me hicieron vibrar por dentro.

No sé cómo reaccionar o qué hacer ante lo que esta chica me acaba de decir.

Mi cuerpo está ahí, paralizado como un idiota mientras la miro fijamente a sus ojos morados.

Mis manos temblorosas a ambos lados de su cabeza, posadas en la pared tras su espalda.

Mis ojos recorren cada centímetro de su rostro como si quisieran grabar cada espacio del mismo.

Como si su objetivo fuera que muy dentro de mi cabeza jamás se me fuera la imagen mental de su complexión.

Trago, y un impulso me invita a mirar solo sus bonitos labios rosados.

Pero la verdad es que estoy helado... inmovilizado.

Mientras mi cabeza da vueltas y miles de pensamientos me vienen a la mente, lo único que puedo decir es:

—¿Qué acabas de decir?

Ella me ve con una mirada entre miedo y frustración, sin saber exactamente qué hacer ante esta situación en la que estábamos los dos metidos.

—¡Fue un error decir eso! —Dice mientras posa su mano en mi pecho y me empuja fuera de su camino.

Acto seguido, comienza a caminar con la intención de marcharse del lugar.

Sin pensarlo demasiado, corro hacia ella y la sujeto del brazo por la espalda, deteniéndola.

Katrina gira sobre su propio eje, lentamente, y me mira con una expresión de consternación y miedo. Pero miedo no por tenerme a mí, sino por algo más...

—Lo que dijiste... —Me interrumpe.

—No debí, lo siento. Haz como si esas palabras no hubieran salido de mis labios. —Intenta zafarse, pero yo no se lo permito.

—Dime, ¿en realidad sientes eso? —Pregunto viéndola fijamente a sus ojos. Ella se queda inmóvil por un momento para luego asentir levemente.

Tomo una bocanada de aire.

—Katrina, yo...

—¿Qué están haciendo? —Justin llega de repente. Por lo que de inmediato suelto a la chica y me alejo un paso. —¿Qué está pasando aquí? —Nos mira a ambos. —Escuché un sonido y pensé que era Aramis, pero son ustedes dos... aquí.

Carraspeo mi garganta y meto mis manos de inmediato en mis bolsillos.

—Solo vine a tomar aire fresco, ya me iba. —Comienzo a caminar en dirección hacia la entrada de la casa. —Buenas noches.

—Heron... —Murmura la chica al pasarle por el lado, pero yo solo sigo caminando.

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Lo que restaba de la noche la pasé en el tejado de la casa viendo cómo el horizonte se llenaba de aquellos hermosos rayos amarillos que daban paso al amanecer... y una vez más, lo había pasado solo.

Cuando ya el sol al fin se había apoderado por completo del cielo, pego un salto y bajo del tejado, dirigiéndome hacia la entrada de la casa.

Una vez dentro, veo cómo ya algunos están preparando el desayuno, otros hablando en la sala, y ahí es cuando la veo... a Katrina.

Estaba sentada en el mueble al lado de Jaxon, quien le decía alguna que otra cosa acerca de Crystal siendo convertida en vampira.

La mirada de Katrina y la mía se cruzan, y yo solo puedo voltear el rostro hacia otro lado.