Capitulo Veinte.

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Narradora

Entre los vientos fuertes y la pequeña llovizna qué estaba anunciando una tormenta, varios lobos caminaban entre el pequeño camino con gente en sus lomos, tenían cuidado al pisar pues era empinado y podían caer si daban un mal paso.

Pero en el prado cerca del pueblo apenas se discutía sobre lo que el futuro segundo al mando había hecho, su egoísmo y propio beneficio le habían cegado de lo que hacía, eso había puesto en una situación demasiado difícil a la Alpha a cargo.

Lo que solo sabía Amaya ahora le carcomia la mente y sin respeto por ninguna discusión de los presentes hablo de manera asustada y nerviosa.

Mamá se fue con un lobo para asegurarse de mantener a salvo al pueblo en las montañas...- Dijo haciendo que su hermano la mirara con pánico

¿Que dices? ¿Cómo que nuestra madre se fue a la montaña? ¿Cuando se fue?.- Dijo rápidamente el joven Mirek.-¡¿Porque no me avisaste Amaya?!

Grito el preso del pánico, el terror, la angustia pero sobre todos esos sentimientos predominaba él miedo.

Yo había ido a hablar con Alana y lo siento se me olvido decirte cuando mire a Milán... Lo lamento.- Dijo ella con un nudo en la garganta la cual le empezaba a cortar cada palabra que dijiese

Agregó aquella linda bruja con los ojos vidriosos y la garganta ardiendo, su corazón se sentía oprimido y la culpa que sentiria si algo le llegase a pasar a su madre no la haría poder vivir.

Mientras tanto la joven Alpha se había quedado quieta escuchando atentamente cada cosa que decían, ahora no solo tenía dos problemas se sumaba otro a su lista y debía actuar rápido.

Mirek tenía esa sensación de miedo en todo el pecho, no quería perder a su madre pero tampoco quería hacer sentir mal a su pequeña hermana, con mucho enojo sus manos empezaron a calentarse dejando que la magia se esparciera por todo su cuerpo, era una sensación cálida y llena pero el pensamiento que tenía ahora solo era enojo, desespero y decepción.

Con un solo movimiento hizo que salieran raíces de la tierra, las hierbas se entrelazaban con aquellas raíces gruesas qué no dejaban de salir, el cuerpo dolorido de Milán se alzó en el aire siendo sujetador por una sola raíz tan resistente como para apretujarlo y hacerlo sentir aún más dolor.

El quejido de Milán el que había sido su mejor amigo desde que nació ahora solo era un traidor que por su egoísmo y envidia había puesto en peligro a todo lo que el sentía su familia.

Mirek volteo a mirar a Giuseppe la cual lo veía atenta, aquella chica avanzo hacia el y no pudo evitar darle una bofetada tan sonora y fuerte que lo hizo voltear la cara de inmediato.

Tardaste en abrir los malditos ojos.- Dijo ella mirándolo con un poco de rabia.- Escucha bien lo que haremos porque no lo repetiré.

Dijo a lo que Mirek asintió tocando levemente su mandíbula la cual la sentía adolorida pero la tenía bien merecida, por ser tan ciego por culpa de su amabilidad y no mirar todo lo que Milán había causado hasta ahora.

Todos aquellos que estaban al tanto de lo que había dicho la Alpha pusieron su completa atención en lo que tendría que decir, se veía molesta por tener que hacer un cambio de planes y eso lo sabía de antemano Estefan.

Estefan , Veneck se quedarán aquí como habíamos planeado desde el principio, señor Godrick Louis y Amaya ustedes se quedarán de igual manera para el ataque principal junto a los brujos qué reunieron.- Dijo ella mirando como Amaya asentia al igual que el señor Godrick.- Mirek tu y yo iremos montaña arriba, cuando estén todos a salvo bajaremos

Atada en un destino de espinas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora