Capítulo 16.

11.7K 637 140
                                    

Cuando abrí los ojos, parpadeé varias veces para asimilar lo que sucedía en el momento. Ya que mi mejilla estaba apoyada en algo caliente, mejor dicho en alguien y es dónde los recuerdos de la noche anterior viajan a mi mente.

Jake aún permanecía dormido sobre mi cama. Sobre mi maldita cama y sigo sin entender cómo logré acceder a eso.

Me aparté con cuidado, para salir de la cama sin hacer un mínimo ruido ya que no quiero enfrentarlo por hoy. Tengo que lograr ducharme e irme a clases  antes de que se despierte.

El se da la vuelta, dónde creí que se levantaría, pero fue falsa alarma cuando sólo se acurrucó con la manta para seguir durmiendo y entonces aproveche para escabullirme al cuarto de baño. Me hacie lo más rápido que pude y diez minutos después ya estaba lista para ir de camino al instituto.

O bueno, eso creía yo.

Porque apenas tomé el pestillo de la puerta de mi habitación, una voz masculina a mi espalda sonó cómo un eco a mis oídos.

—¿Dónde estoy? —su voz es ronca.

Ja.

Lo único que me faltaba.

—¿Tú dónde creés, Jake? —hablé sin darme vuelta aún.

—Ay, mierda..

Escuché un fuerte golpe detrás de mi. Dónde por costumbre me di la vuelta y lo vi tirado sobre las almohadas, pero en el piso.

—¿Estás bien?

El negó con ambas manos en la cabeza.
Es resaca. Por idiota.

—Que..  —balbucea. —¿Qué hice anoche?

—No mucho la verdad. —irónice. —Sólo te metiste en mi habitación. Sin mi maldito permiso.

—¿Qué.? —sigue masajeando sus cienes. —¿Es todo?

—¿Y eso te parece poco, Jacob?

Y finalmente alzó la mirada para verme, tardó varios segundos para abrir completamente sus ojos. Pero cuándo lo hizo, fui yo la que quería dejar de mirarlos esta vez. Ya qué sus palabras de anoche empezaban a tararear en mi cabeza.

—Me gusta más cómo suena, Jake. —me réplica. —Jacob, es como si estuvieras enojada conmigo.

Me quedé estática en el mismo lugar, cuándo él de un momento a otro ya se había levantado. Y me miraba curioso cuándo se acercaba cada vez más.

Ya no era el chico que apenas podía ponerse de pie.

—Creó qué.. —carraspea. —¿Te olvidaste de algo no?

—¿De qué?

—E tomado de más anoche. —lo dice sin apartar la vista. —Pero recuerdo perfectamente lo que hice.

Mierda.

¡Porque abrí mi maldita boca!

"Te arrepentirás de todo lo que estás diciendo" y una mierda, ¿los borrachos no sé olvidan de lo que hacen?

—¿Entonces por qué actuaste como si no lo supieras hace un momento? —pregunté sin rodeos.

—Bueno, aún tengo resaca. —finalmente queda parado frente a mi.

—Y, ¿por que sigues aquí?

Mis manos han empezado a sudar. Y estaba a nada de salir corriendo.

—¿Me dirás en que momento lo conociste? —suelta de repente.

—Será mejor que te vayas..

—Tenemos que hablar, Fran.

—Hoy no, tuve suficiente contigo por lo de anoche.

Amor Por Casualidad©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora