Capítulo 18.

12.5K 625 141
                                    

Suspiró varias veces deseando que el nudo que traigo en la garganta desaparezca en la nada. Desde qué las puertas del ascensor se cerraron mi mente no a podido sacar aquellas imágenes y cómo puede ser tan tonta de haber quedado con él tan pronto. Debí saberlo desde el inicio, no tenía que dejarme llevar por su apariencia y aún así lo hice.

Era tan perfecto todo, que ni siquiera llegué a sospechar algo de Marcus.

—¿En qué piensas tanto, Anderson?

Mis pensamientos se hacen humo, mi mirada se dirige al chico a mi lado que espera con curiosidad a mi respuesta.

—Amm.. —tragué saliva. —¿En lo ciega que fui?

—¿Ciega? —bufa. —¡Le has dado un puñetazo en su asquerosa cara!

Lo miré con asombro cuándo de la nada empezó a reírse.

—No sé si te reís de mi o..

—Fran, no me atrevería hacerlo de ti. —me interrumpe. —No quiero que me arruines la cara.

Sonreí.

—Jake, no sería capas de hacerlo me acabas de ayudar y mucho.

—¿Ayudarte?  —me mira confuso.

—Si, si no fuera por ti aún seguiría de tonta con él..

—No eres tonta Fran, te a gustado alguien y es normal, tan normal como te han roto el corazón y puedes volver a unirlo por ti misma.

¿Esas palabras acaban de salir de su boca?

Por dios. ¿Por qué sonó tan dulce?

Lo miró a los ojos y sonrió, una calidez reemplaza el nudo que traía antes, haciéndome sentir mucho mejor.

—Eso es.  —siento su mano en mi mejilla. —Quiero verte más seguido con esa expresión, Anderson.

Anderson.

Ya e perdido la cuenta de tantas veces qué me a llamado así, que ahora se me hace tan casual escucharlo.

—Por cierto, cuando entenderás que no me gusta..

El ruido me silencia, las puertas del ascensor se abren y el se escapa de mi lado parándose afuera.

—¿Entramos? —me sonríe.

Y no entiendo como cambia de actitud tan rápido. Solo por momentos tiene algo qué me hace cambiar de parecer y luego vuelve a ser el mismo evaporandolo todo en segundos, es increíble.

Le sonrió con ironía y paso por su lado, caminamos hasta la puerta, intento abrir el pestillo, una y otra vez la fuerso pero algo falta.

Y me lleva la que me trajo.

Las llaves.

Mi cartera quedo junto a Joshua, cuando el idiota de Jake me saco sin dejarme protestar.

—Creó qué si voy a terminar arruinando esa cara bonita que tienes, Lewis.

—Qué.. —balbucea.

—¡Me olvide la jodida cartera!

—¡Y yo que culpa tengo! —me grita de igual manera.

—¿Qué culpa no tienes? —le acuse levantando el dedo. —¡Me llevaste contigo sin que yo pudiera defenderme!

—¿Qué? ¡Si te subiste al auto sin qué te obligará!

Lo miró confundida.

—¡Habló de cuando casi me pierdes por el campus!

Queda en silencio.

Amor Por Casualidad©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora