Estoy tan maníaca últimamente que en vez de atraer cosas positivas, crucé la línea del amor al odio y conseguí que se enojaran conmigo por mi actitud estúpida presumida y manipuladora.
Soberbia.
No me deja dormir desde hace meses.
Parezco una pinche loca.
Afortunadamente pedí disculpas sinceras. Aunque necesito disculparme por otras cosas más urgentes supongo.
Mi orgullo no me deja hacer eso. Tengo el perro derecho de enojarme todo lo que se me pegue la perra gana.Pero no pienso destruir una relación sana y una amistad de años por una chiflazón de niña chiquita.
Soy una niña chiflada.
Me caga seguir siendo una niña chiflada castrosa.
Perdón.
Cosanme el puto hocico.
Lo siento.
Perdón por ser tan insoportable.
Perdón por ser odiosa.
Todo lo demás vale verga. Pido las más sinceras disculpas por ser una perra castrosa.
Mátame.
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Diario De Una Pendeja Triste Y Dramática
Non-FictionHola estoy deprimida Odio la terapia Diviértanse viéndome perder la cordura con el paso del tiempo