9/Oct/2024

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Tengo miedo de perderlo todo.
Entonces mi impulso es dejarlo antes de que se esfume de mis manos.

No tengo problemas en querer personas y lugares, pero tampoco me permito encariñarme demasiado.
Porque cuando he perdido, me he destrozado.

Por eso estaba lista a dejar a mi director, mi trabajo, mi familia, amigos, y todo lo que amaba.
Porque temía fracasar, perderlos, tener un final triste.
Entonces siempre busco finales felices aunque agridulces.

Que no me hacen sentir mejor.

Ni a ellos.

Pero el tiempo pasa, las personas cambian, los lugares también,  y nada vuelve a ser como era antes.
Y no puedo volver.

Sólo me queda seguir adelante,
Añorando lo que alguna vez tuve y perdí.

Buscándolo otra vez en el futuro.

Y vuelvo a querer, vuelvo a amar, vuelvo a encariñarme, pero naturalmente no es igual a lo que tuve.

Y por no saber valorarlo, me vuelvo a desprender de el, y buscarlo como un alma en pena, sin reposo, sin llegar a su meta.

Y seguramente, si lograra de alguna manera volver al pasado, y revivir todo,
Volvería a extrañar el futuro incierto que tuve.

Extraño lo que no existe.
O existió antes de procesar que lo hizo.

Amo.

Aunque el tiempo borre.

Y los recuerdos mientan.

Diario De Una Pendeja Triste Y Dramática Donde viven las historias. Descúbrelo ahora