Capítulo XXI

77 13 9
                                        


Pocos podrían imaginarse que desde que Annie se enteró que Candy estaba de nuevo en la ciudad estuvo muy ansiosa; en la noche del aniversario de Elroy casi no pudo pegar ojo de sólo recordar los hechos que se sucedieron en la cena. Poco le había durado la felicidad al adherirla a la ausencia de ella, ahora temía que estuviera ahí conspirando con la tía para de alguna manera arrebatarle lo que con tanto esfuerzo había conseguido.

Al siguiente día a la tarde no se atrevió a preguntarle directamente a su esposo si se habían encontrado en algún momento, sólo se limitaba a observarlo por si dejaba entrever que eso se había dado; pues había visto desde la ventana del piso superior cuando la tía Elroy salió con Candy horas antes; pero Anthony se había levantado de la mesa tras terminar de cenar e irse a descansar un poco antes de irse a dormir como hace rutinariamente cada día. Cosa que había empeorado el estrés de Anny quien temía que en algún momento de los próximos días ellos se fuesen a ver en su oficina o en otro lugar.

Como ya se encontraba cerca del término de su embarazo el haber estado sometida a esa tensión provocó que el parto, fue llevaba al hospital con urgencia por el mayordomo y el chofer tras que el primero le indicara a Lucia la doncella que avisara a la señora Elroy cuando ésta regresase y también al señor Anthony quien estaba trabajando. A medida que pasaba el tiempo el dolor iba en aumento debido a la frecuencia con la que se estaban presentando las contracciones.

La tía fue la primera en aparecer y le hizo compañía todo el tiempo que le fue posible, pero su marido seguía sin aparecer. Finalmente nació el bebé entrada la noche, Annie se decepcionó grandemente al oír que se trataba de una niña y su disgusto fue a más cuando él seguía sin aparecer al saber que finalmente ya era papá.

Tenía unas ganas enormes de levantarse de la cama e ir a corroborar si su marido le era infiel, sin embargo Elroy detuvo su absurdo comportamiento alegando que debía de descansar tras haber dado a luz hacia poco. La joven derrama lágrimas de disgusto porque se piensa que la señora está encubriendo a su sobrino quien seguramente estaría con Candy; en su mente se reproducía una película en cual se ve a la rubia llegando a la oficina y le pide a la secretaria le anuncie con el señor, minutos después Anthony sale con ella y arranca el motor de su coche y se van a cualquier parte de la ciudad a compartir de la intimidad.


Ajeno a todo lo que estaba sucediendo estaba Anthony con Robert y Jason, habían estado montando a caballo, luego pasan a tomar algo en el club y les cuenta que Candy había regresado, la impresión que le dio verla nuevamente y lo hermosa que estaba; sus amigos aguantaron estoicamente sus desvaríos, no lograba decidirse si todavía amaba a esa mujer o estaba resentido por haber intentado deshacerse de su hijo por lo que intentaron calmarlo un poco bebiendo coñac.

Cuando regresa a su casa de madrugada se encuentra con la noticia de Annie e inmediatamente se dirige al hospital para encontrársela muy mal humorada, y nada más reconocerlo le acribilla con reproches.

-¿Por qué llegas tarde?

-Lo siento, me retrasé porque estuve tomando algo con mis amigos.

-No es así, estabas con ella ¿Verdad?

-¿Ella? ¿De quién hablas?

-¡De Candy! ¡Estabas con esa mujer!

-¿Pero qué dices? ¿De dónde sacas ese absurdo? Ya te dije que estaba con mis amigos. No entiendo por qué te pones de esa manera, tranquilízate.

-No puedo, estoy segura que toda tu familia está conspirando para alejarte de mí, por eso trajeron a esa a la fiesta de cumpleaños sin nuestro conocimiento.

-Será porque la tía estaba organizando la fiesta.

-Por eso mismo te lo digo, ha sido muy calculadora al respecto. No puedes permitir que hagan eso, Candy ya no es tu esposa, merezco respeto. Tú debes mantenerte alejado de ella.

-Mira, ésta conversación me está dando dolor de cabeza, así que será mejor que lo dejes ahí. Y olvídate que la tía o alguien está conspirando en tu contra porque no es así.

Sentenció ferozmente para que ella dejara de seguir alegando absurdos, lo que menos quería es que le estuvieran interrogando o reprochando cosas que no ha hecho.

Lastimosamente la alegría del nacimiento de su hija se estaba viendo empañado por los reproches y ataques de celos que tenía su esposa. Para Annie el no conocer el paradero de Candy le daba la impresión que su marido la tenía escondida en algún lado para poder tener encuentros más íntimos. Así como lo había hecho cuando ellos eran los amantes.

Por más que él le dijera que no sabía nada de ella eso no apaciguaba el furor por lo que terminaba largándose de la habitación donde estaba e ir a un bar a beber con sus amigos. Finalmente le dan el alta a su esposa e hija y la familia regresa junta a la mansión.

SEÑORADonde viven las historias. Descúbrelo ahora