CAPÍTULO 20.
PERDISTE
SADIE SINK
―¿Quieres un café? ¿O un té mejor? ¿Batido? Oh, espera, tengo limonada, ¿quieres? ―empezó a ofrecer cuando entramos en su salón, el cual conectaba con su cocina.
―No, gracias ―respondí con una pequeña sonrisa para no parecer malagradecida. En cambio, en realidad no pensaba aceptar algo de alguien que estaba cavando la tumba de Blair.
―Tranquila, son totalmente veganos ―aclaró, aunque mi ceño solo se frunció―. Blair me dijo que eras vegana. Es así, ¿no? ―preguntó tras entrar en la cocina y acercarse a la encima, donde se encontraba una jarra con limonada.
―Sí, sí.
Los nervios no me permitían actuar con normalidad y temía que me descubriera. Entonces, se me ocurrió una idea. Durante este tiempo estuve ensayando para la obra de teatro. Esas clases de interpretación deberían ayudarme a disimular de la mejor forma posible con esos dotes.
―Mmm... ―Hailee puso una mueca y le dio un pequeño sorbo a la bebida―. ¿Cómo se encuentra Blair?
― Eh... No sé... ―mascullé y me mordí el labio―. Llevo tiempo sin verla...
―¿Y eso? ―cuestionó con sorpresa.
―Es algo complicado ―puse una mueca triste en mi cara.
―¿De eso me querías hablar? ―interrogó con preocupación―. Vamos, si quieres, al salón y nos ponemos más cómodas. Yo escucho lo que haga falta.
―Gracias ―musité con una sonrisa algo falsa.
¿En serio el tema principal tenía que ser mi ruptura con Blair? La distracción iba a ser algo costosa para mi salud mental.
Hailee se acercó a mí y me rodeó para dirigirse al salón. En cambio, en vez de seguirla, aproveché ese milisegundo que estaba de espaldas. Con prisas, me aproximé a la puerta trasera para abrirla.
―¿Qué haces? ―cuestionó Hailee―. ¿A dónde vas?
Mi cuerpo reaccionó antes de que mi cuerpo se diera la vuelta para enfrentar la verdad. Sin embargo, vi un papel de cocina en el suelo, justo debajo de mí, y me agaché rápidamente.
―Perdón, vi este papel y me dio TOC dejarlo en el suelo ―mentí con un nudo en la garganta. Intenté mantener la sonrisa para hacer la actuación más real.
Por suerte, dejé la puerta entreabierta y apenas se veía que estaba abierta.
Hailee no se dio cuenta, solo soltó una carcajada. Acto seguido, señaló un mueble con la cabeza, indicándome que ahí se encontraba la basura.