CAPÍTULO 35
SIEMPRE SERÁS CENICIENTA.
SADIE SINK
De repente, el manillar de la puerta empezó a moverse. Obviamente, había gente que tenía ganas de ir al baño. Sin embargo, Blair lo ignoró y se quedó mirándome.
—Tú misma me dijiste una vez que... había más soluciones —me recordó con nostalgia—. Fui imbécil y decidí entregarme, dejándote sola. En la playa me pediste perdón, pero quien realmente debería decir lo siento soy yo.
—Tú no tienes la culpa de nada, Blair —indiqué con un sabor amargo en la boca—. La culpa es de nosotros por no haberte ayudado.
—Quizá todos tenemos parte de la culpa, pero nunca es tarde para luchar. Ya no estás sola, Sadie —Blair aseguró con brillo en sus ojos—. Esta vez haré todo lo posible para protegerte de Hecter. Incluso mis amigos están aquí, dispuestos a ello.
—¿Cómo? —parecía no entender.
—Tenemos un plan para acabar con todo esto —anuncié para su sorpresa—. Solo dame tiempo.
Me quedé pensativa ante sus palabras, hasta que la puerta empezó a temblar en las espaldas de Blair.
—Blair, deberíamos irnos —ordené con preocupación.
No era raro que hubiera algún segurata intentando desbloquear la puerta.
—Entiendo... —murmuró con tristeza y se apartó de la puerta—. Perdón por insistir.
—¿Qué? No, no es por eso. —Negué rápidamente la cabeza—. No podemos estar aquí, Blair —le recordé, acercándome a la puerta—. Escóndete en los cubículos. No nos pueden ver juntas —le pedí mientras quitaba el bloqueo—. Te espero en mi coche.
Cuando la puerta se abrió delante de mí, un guardia me miró con mala cara. Detrás había una gran fila de chicas esperando para entrar en el baño.
—Por fin libre, —Solté un suspiro actuado—. ¡Gracias! La puerta se había quedado atrancada y...
—Ten más cuidado la próxima vez —indicó el guarda con cara de pocos amigos y se fue.
Esta vez solté un suspiro de alivio. Salí del baño y me dirigí a la puerta de salida. Por el camino me topé a Selena, quien me preguntó si me encontraba bien. No le di detalles de lo ocurrido, pero le pedí que me cubriera. Ella lo haría con la condición de que no tardara mucho. Le daba pánico quedarse sola cuando Peyton le presentara su nuevo novio. Sí, Peyton tenía novio y quería que lo conociéramos esta noche.
Estuve un rato esperando en mi coche. Observaba los minutos en el reloj de mi móvil, nerviosa y desesperada por la llegada de Blair.
Desde hace tiempo quería tener esta conversación con ella. En cambio, también me daba miedo. Aunque Blair supiera defenderse y nos protegería con toda su alma, Hecter era más poderoso. Ahora lo era aún más al saber que formaba parte de la mafia de Bram. Además de criminales, controlaban la vida de Blair a su antojo. Es más, ese hombre encubrió un asesinato, inculpando a un inocente con pruebas manipuladas y falsas.