UNA VIDA COLOR DE ROSA:

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 Narra Audrey:

 ¡Agh!, ya estamos a miércoles y no tengo ni una noticia de Ben, después de su aparición el día sábado y con la llegada de los chicos de la Isla de los Perdidos al internado, ¡simplemente ha desaparecido!, resulta que regreso al castillo junto con sus padres, supongo que debe ser muy cómodo su despacho allá como para que no le hayamos visto ni un pelo últimamente.

 Aunque debo decir que tampoco he notado tanto su ausencia, ya que yo también he estado demasiado atareada, el Baile de Máscaras y Antifaces ya está a la vuelta de la esquina y todavía faltan pequeños detalles, pero a veces son esos pequeños e insignificantes detalles los que hacen la diferencia.

 Parece que mis abuelos arribaran a la capital antes que mis padres, lo cual no es exactamente lo que yo esperaba, pero esperen un segundo, para los que no están familiarizados conmigo (cosa que sería bastante extraña) soy Audrey, hija de la Reina Aurora junto con el Rey Felipe, ya saben, de la historia de la Bella Durmiente, esa historia donde la princesa es hechizada para que cuando se pinche con un rueca duerma por un montón de años, ese hechizo fue realizado por una malvada bruja que se convierte en dragón, exactamente, hablo de Maléfica, que justamente es la madre de esa chica que ha llegado de la Isla, Mal; como sea, mi sangre real lleva siglos de monarquías, soy nieta del Rey Stefan y de la Reina Leah (que son mis abuelos maternos) y también del Rey Hubert y la Reina Ingris (mis abuelos paternos), la relación con mis padres podría decir que es bastante buena, solo que hay un pequeño problema, mis padres siguen viviendo en una constante luna de miel, al menos así es desde que tengo recuerdos, y no los juzgo porque es bonito que su historia de amor sea así de increíble y larga, pero justamente debido a eso gran parte del tiempo me han cuidado mis abuelos o las hadas del Páramo, justo como mi mamá, pero es bastante extraño, porque a pesar de que la mayor parte del tiempo estaba acompañada siento un vacío que ni siquiera sé porque tengo, es como si siempre estuviera sola, aun estando en compañía.

 Entonces, dentro de todo este embrollo mis abuelos son bastante flexibles conmigo y hablo de ambos, para el abuelo Stefan soy la niña perfecta, dice que le recuerdo lo que no pudo hacer con mi madre, mientras que mi abuelo Hubert siempre se la pasa consintiéndome porque soy la única nieta de su único hijo, cosa que le alegra bastante, pero no podría decir lo mismo respecto a mis abuelas, ellas son bastante estrictas conmigo, mi abuela Ingris dice que al ser princesa debo soportar el peso de la corona que me ha tocado cargar ya que no solamente es de un reino, sino que son de dos de los que estamos hablando, en cuanto a mi abuela Leah ella se la pasa comparándome con todo lo que ha hecho mi madre, y ya sé que yo no soy mi madre, pero parece que ella al igual que mi abuelo Stefan siguen lamentándose porque no pudieron cuidar bien de mi mamá, así que al final de cuentas intenta criarme como si lo hubiera hecho realmente con ella.

-¿Estas bien Audrey? –pregunta Chloe del equipo de animadoras- te noto algo distraída.

-Claro, todo bien...

-¿Segura?, si estas cansada, podríamos parar –continuo ella.

-Si... Solo sigan con la rutina por favor, iré un momento al baño –respondí alejándome del campo en donde estábamos ensayando.

 En respuesta, no, nada está bien, y es que siendo sincera estoy algo estresada y preocupada, mis abuelos llegarían pronto y quieren ver que esté cumpliendo con las metas que ellos mismos me han impuesto, y es que el hecho de que mi abuela Leah me recuerde constantemente que no soy igual de perfecta como mi madre, ha hecho que de alguna manera busque su aprobación por otro medios, por ejemplo, siendo la número uno en todo, es por eso que siempre salgo en los primeros lugares en todo lo que me propongo:

 Ser la capitana del equipo de animadoras, listo.

 Ser de las mejores estudiantes en el internado, listo.

 Ser la presidenta del Comité de Bailes, Fiestas y Bienvenidas, listo.

 Ser la reina en todos los bailes, listo.

 Ser la novia del futuro rey de Auradon, listo.

 ¿Qué más tengo que hacer para que mis abuelas dejen de estar detrás de mi persiguiéndome todo el tiempo con sus exigencias y expectativas?, cuando sea reina de Auradon y pongan en mi cabeza la corona de la Reina Consorte y Oficial, ¿podrán al fin dejar de presionarme como lo han hecho hasta ahora?, pues la respuesta es no, yo misma lo sé, porque no me dejaran en paz hasta que tenga un bebé de Ben y pueda ser nombrado oficialmente como heredero del trono de Auradon, espero que después de eso al fin puedan dejarme en paz, de lo contrario tendré que enviarlas a vivir muy lejos o tal vez de vacaciones, de esa manera no se verá como si las quisiera lejos de mí.

 Pero espero que Ben aparezca pronto, ya que de lo contrario comenzaran a hacerme preguntas, que si todo está bien, que si seguimos siendo novios, que si haremos nuestro compromiso oficial pronto, que si esto, que si el otro, que sí, etc., por eso es que de cierta manera me urge tanto ver a Ben cuanto antes, pero ni siquiera él está cooperando con esto, pero tampoco es como que lo pueda culpar, él no sabe nada de esto, no se lo podría decir, porque entonces, ¿cómo podría ser que alguien como yo sea reina de una nación?, para eso debo alcanzar la perfección, que justamente es lo que me he propuesto he intentado alcanzar en este tiempo, además no creo que él lograra entenderlo, su familia siempre se ha caracterizado por ser unida, casi nunca le dejaban solo de pequeño, además de que es notorio el amor que el Rey Adam y la Reina Bella le tienen a Ben, solo espero poder formar parte de su familia algún día para sentirme al menos un poco similar a él.

EL TIEMPO ENTRE NOSOTROS (Ben / Mitchell Hope y Tú) DescendientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora