DEJA VÚ:

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 Narra Evie:

 Toda mi vida he soñado con ser una princesa de Auradon, así que podrán imaginar la felicidad que me dio cuando recibí la noticia de que sería transferida al internado de Auradon, sentí una alegría única y difícil de describir, fue una de esas emociones que sientes pocas veces en la vida, como cuando era niña y fue mi fiesta de cumpleaños o cuando mi madre me dio permiso para ir al Palacio del Dragón, sentiré un poco el dejar a mamá sola, pero esta es una oportunidad única, y no pienso desperdiciar el hecho de poder conseguir casarme con un príncipe y rehacer una buena vida en Auradon, tal vez hasta poder vivir en un castillo real, con cientos, cientos de espejos.

 Desde que llegamos aquí, todo ha parecido un sueño, las habitaciones, el campus, la comida, los príncipes, todo me recuerda a la vida de una princesa real, tal como me lo había descrito mamá, pero lo que más me ha alegrado la semana fue el hecho de recibir la invitación para el Baile de Máscaras y Antifaces, es como antes, en donde podías casarte con un príncipe sin poseer un trono, porque yo tengo sangre real y un título, aunque no lo quieran reconocer, un claro ejemplo es Cenicienta, tal vez Chad podría repetir su historia nuevamente, lo único un poco malo de todo esto es que el estrés es demasiado grande, ya que seré yo la que haga todos los vestuarios de los chicos, aunque al final sé que valdrá la pena.

 Sé que a Mal le desespera un poco esto, pero intento calmarla casi siempre que puedo, algo que la mantiene así últimamente es la tarea que le dio su mamá, siendo sinceras su encargo es más difícil de cumplir que el mío. Ya estuvimos viendo algunas opciones para poder robar la varita mágica del Hada Madrina, mi espejo ha sido de bastante ayuda (gracias mami), la robaremos el día de la coronación de Ben, pero por ahora nos centraremos en este fin de semana, solo nos divertiremos y pasaremos un buen rato.

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 El salón de baile es hermoso, en realidad todo el castillo lo es, es inmenso y muy bonito, los techos están pintados de una manera que emula al cielo con unos toques dorados por aquí y por allá, las paredes son tan altas y con unos detalles tan pequeños y perfectos que solamente me hace pensar en lo lindo que sería vivir en un lugar así, ahora entiendo porque mamá me lo repite todo el tiempo, el castillo de Blancanieves donde vivió ella seguro que también debe ser de esta manera. Nos anunciaron desde un balcón donde se podía ver todo, esta noche me sentía como una princesa de Auradon, al bajar cientos de chicos estaban esperando para hablar conmigo, obviamente les sonreí e intente hablar con todos ellos, uno nunca sabe quién de ellos podría tener un castillo.

 Fui a donde estaba Mal para comentarle lo que algunos me habían dicho, ella se encontraba en la mesa de postres, se ha vuelto muy fan de algunas frutas con chocolate, no la culpo, jamás tuvimos ese tipo de cosas en la Isla.

-Mal, aquí estas –dije al llegar con ella.

-Ah, ¿qué pasa Ev's?, ¿no estabas ocupada hablando con toda esa multitud de chicos?

-Sí, lo estaba –respondí sonriendo- pero dedicar sonrisas es algo cansado también, aunque no lo creas –termine diciendo limpiándole algunas manchas de chocolate que había en sus mejillas.

-Claro... No me imagino haciendo eso... Debe ser tedioso.

-En realidad no tanto... Mi madre me crio para esto Mal.

-Es verdad, lo había olvidado... Pareces muy feliz con la situación.

-Uno de los chicos es marqués en las tierras del reino de Maldonia.

-Wow, eso es... Impresionante –respondió ella.

-¿Verdad que si? –dije emocionada.

 Ella asintió con la cabeza al tiempo que se metía otra fresa a la boca, yo tome un chocolate con nuez en su lugar.

-La Srita. Rosé Rosales –escuché al lacayo anunciando otra persona más al baile.

 Me gire para poder ver a esa chica nueva, al mirarla se me cayó el chocolate que tenía en las manos y la sonrisa se me borro, esa chica, me recordó tanto a alguien que me traiciono. Jale a Mal por la manga para que volteara, ella lo hizo así y se giró para mirar a la chica.

-Mal... ¿No te recuerda a alguien? –dije a manera de susurro.

-Mmm... No.

-Se parece a Hattie Heart...

-Evie, no puede ser ella... Hattie está en la Isla –dijo entrecerrando los ojos para mirar mejor.

-No, es que enserio se parecen... Incluso está usando el color de ella.

-Evie, sabemos mejor que nadie que es imposible escapar de la Isla –dijo Mal dedicándome una sonrisa.

 Pero yo ya no le estaba prestando atención, ¿podría ser Hattie?, de ser así, ¿cómo fue que logró escapar de la Isla?; miles de chicos comenzaron a acercase a ella y le demostraban todo tipo de atenciones, eso me la hizo recordar mucho más a ella, tal vez podría acercarme y corroborar si era ella o no, pero ¿qué estás diciendo Evie?, Mal tiene razón, nadie puede salir de la Isla.

 A pesar de intentar tranquilizarme a cada momento a mí misma, no la perdí a ella de vista en casi toda la noche, hasta que en un momento ya no la vi más, eso me tranquilizo un poco, la competencia se había reducido otra vez, nuevamente los chicos se dirigieron a mí.

 Nos fuimos en el transporte escolar junto con varios chicos, en el camino de regreso mientras Mal dormía sobre mi hombro pensé en Hattie, en cómo fue que me abandono cuando éramos niñas, todos me dieron la espalda y ella no fue la excepción, pero creo que no vale la pena pensar en ella ahora, no la volveré a ver al menos en un largo tiempo, aleje los pensamientos de ella suplantándolos por algunos castillos y príncipes.

 Al llegar al internado, después de haber hecho mi skin care y de haberme puesto la pijama, me acosté, soy afortunada de haber salido de la Isla, debo de... No, tengo que aprovechar esta oportunidad y olvidarme del pasado para poder concentrarme en mi futuro.

EL TIEMPO ENTRE NOSOTROS (Ben / Mitchell Hope y Tú) DescendientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora