EN MARCHA:

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 Narra Hattie:

 Luego de la gran explicación que me vi obligada a contarle a Ben, él tomo la gran decisión de que yo tenía que estudiar en Auradon, por más que le dije que no importaba y que lo dejara así, él siguió insistiendo que era absolutamente necesario que estuviera en Auradon legalmente, así que termine aceptando, ya que no tenía mucho caso llevarle la corriente, posterior a eso salimos del pasadizo secreto, me subió a su auto y me llevo a su casa de campo familiar, durante todo el trayecto nos mantuvimos en silencio, al llegar me ayudo a bajar ya que el vestido era un poco estorboso, me llevo a su cuarto y me dijo que esperara ahí hasta que el volviera por mí, eran alrededor de las 2:00 am cuando eso paso.

 Desperté alrededor de las 3:25 am ya que entresueños escuchaba que alguien me estaba llamando a lo lejos, era Ben.

-Hattie... Despierta...

 Al abrir los ojos vi los de él, inmediatamente me levanté de golpe, mala decisión.

-¡Auch! –exclamamos ambos al mismo tiempo cuando nuestras frentes chocaron.

 Al instante él comenzó a sobar su frente, en el lugar del impacto, su piel se estaba comenzando a poner algo roja.

-Ah, Hattie, ¿te duele mucho?... Déjame ver –dijo intentando revisar mi frente.

-Estoy bien –respondí apresuradamente alejando su mano de mi cabeza y retrocediendo- es mejor que nos demos prisa si queremos seguir el plan sin que nadie se entere.

-Emm si, tienes toda la razón –contesto él guardando su mano –andando.

 Me levanté rápidamente de la cama y nos dirigimos a su auto, él lo encendió y comenzó a conducir, antes de que avanzáramos más dije:

-¿Podríamos pasar cerca de la casa del Sr. Hanks?

-¿De la casa del Sr. Hanks? –pregunto el extrañado.

 Asentí con la cabeza como respuesta, él no dijo nada más, solamente se dirigió hacia el lugar que le había pedido, cuando llegamos se estaciono delante de la casa y apago el auto.

-¿Todo en orden? –cuestiono.

-Si... Solo iré por un par de cosas... No tardo –respondí bajándome del coche.

 Rápidamente me dirigí al cuarto en donde me había estado albergando y recogí todas mis cosas: mi ropa sucia, mi mochila, mis materiales, mi libreta, mis maquillajes, mis accesorios, mi preciado reloj y por supuesto que me lleve a Emit conmigo, ella se encontraba durmiendo y no quería despertarla, pero tampoco podía dejarla ahí, ella era mi fiel acompañante, regrese con Ben al auto, cuando me vio solo me miro con un poco de sorpresa, pero no pregunto nada, encendió el carro nuevamente y reanudamos la marcha.

-Seguro que tienes preguntas –dije, ya que no quería ir todo el trayecto en silencio

 Él pareció dudar un poco antes de responder, finalmente dijo:

-Bueno sí, tengo algunas... Emm, pero no sé si podría hacerlas.

 Asentí con la cabeza como respuesta.

-Ok... ¿De dónde sacaste todas esas cosas?, incluido el gato.

-Todas son mías... Las traje conmigo de la Isla, y es gata, no gato... Me la dieron de regalo cuando era niña... Se llama Emit y es una descendiente directa de Lucifer, el gato de Lady Tremaine.

-Wow... Entonces todo este tiempo, ¿viviste en casa del Sr. Hanks?

-Mmm... Más o menos... De algún modo podría decirse que sí.

-¿Y él lo sabe?

-Por supuesto que no... –respondí riendo- Si él lo supiera, creo que ya habría dado aviso de que había una fugitiva en su hogar.

-Sí, él es así –contesto el riendo.

 Nos mantuvimos un pequeño trecho en silencio, pero no fue incomodo, ni tampoco duro tanto, habíamos llegado a la orilla del mar.

-¿Estas lista? –pregunto Ben mirándome seriamente.

-Si...

-Ok –dijo él mientras presionaba el botón que hacia aparecer el puente entre Auradon y la Isla.

 El puente se veía hermoso así, ahora me doy cuenta del porque nos privaron de la magia en estas tierras, la primera vez no pude tener esta maravillosa vista ya que iba de incognito, pero a pesar de lo hermoso que se pudiera ver el hecho de solo pensar que volvería a pisar ese lugar me causaba cierto escalofrió, había jurado no volver aquí y ahora mírenme, estoy aquí de nuevo y por mi propia voluntad, bueno, un poco coaccionada pero no me estaban obligando realmente.

-Amm... ¿Por dónde vives?

-En Broken Crown...

 Él me miro con expresión confusa.

-Ah perdón, da vuelta en esa calle –dije señalando a una esquina ante su mirada de confusión.

-¿Broken Crown?, ¿qué es eso? –pregunto entre divertido y curioso.

-Amm... Bueno, la Isla de los Perdidos se divide en vecindarios... Seis para ser precisos... Yo vivo en Broken Crown...

-No tenía idea de eso... No recuerdo que mi padre haya divido en secciones la Isla...

-No fue tu padre quien lo hizo, sino Maléfica... –dije interrumpiéndolo, luego continúe- Ella es la que gobierna este lugar... Además, hay muchas cosas de las que no tienes idea, pero es obvio, tu no vives aquí... Sin intención de ofender –me disculpe sin darme cuenta que tal vez lo había vuelto a ofender.

 Cerré mi boca en lo que resto del pequeño trayecto, no quería volver a meter la pata, iba viendo los edificios por la ventana del copiloto, después de algunas instrucciones que le fui dando diciéndole donde teníamos que doblar, vi que finamente habíamos llegado a mi casa, nos estacionamos bajo el balcón.

-Es aquí –dije al darme cuenta.

-Emm... ¿No puede caer sobre nosotros? –pregunto Ben mirando hacia arriba un poco preocupado.

-No, que va... Esa cosa todavía aguanta... –respondí intentando tranquilizarlo.

-¿Esta es tu casa? –cuestiono dubitativo.

-Sí, aquí es donde yo vivo.

-¿Estas segura de que estarás bien estando aquí un día? –pregunto girándose a verme.

-Ben, ¿olvidas que me crie aquí desde que era una niña?

-No, no es eso... Es solo que...

-Estaré bien... –dije tranquilamente- He vivido aquí dieciséis años, en comparación, un día es nada... El que me preocupa eres tú, ¿sabrás regresar sano, salvo y con bien a Auradon?

-Sí, parece que la Isla también está durmiendo... ¿Te ayudo a bajar tus cosas?

-No... Estoy segura que en cuanto baje tendré que lidiar con mi madre... Escucha Ben, oigas lo que oigas no entres, yo tendré todo bajo control... Si entras, solo empeoraran las cosas, ¿entendido?

-Está bien... Bueno... Te veré hasta el lunes entonces.

-Si... Hasta el lunes –respondí bajando.

 Entre a casa y ¡oh cielos!, ahí estaba mi madre, parada en medio de la sala, con una bata deshilachada puesta, su antifaz de dormir sobre la frente y con todo su cabello recogido bajo un gorro de sartén.

-Hola mamá –dije pausadamente.

-¿¡Qué demonios estás haciendo aquí Heather Heart Red!?, ¿te piensas que todo lo que hice por ti fue una broma?, y ¿qué es todo eso que llevas puesto? –exclamo mi madre en gritos que estoy segura se escucharon hasta afuera.

 ¡Genial!, ahora es mi turno, debo calmar a mi madre antes de que continúe con sus gritos y despierte a todos los habitantes de la Isla de los Perdidos.

EL TIEMPO ENTRE NOSOTROS (Ben / Mitchell Hope y Tú) DescendientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora