PROCLAMA OFICIAL:

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 Narra Ben:

 Luego de haber escuchado las instrucciones que me dio Hattie y de prometer que acataría cada una de ellas, espere a que entrara a su casa para poder irme, sé que ella vivió aquí toda su vida (me lo ha repetido toda la noche) pero aun así este lugar me parece algo peligroso, en cuanto ella entro al edificio escuche unos gritos, que me dejaron realmente sorprendido.

-¿¡Qué demonios estás haciendo aquí Heather Heart Red!?, ¿te piensas que todo lo que hice por ti fue una broma?, y ¿qué es todo eso que llevas puesto?

 ¡Wow!, eso sí que era tener voz, supongo que esa es la famosa Reina de Corazones, ahora entiendo porque todos dicen que sus gritos se escuchaban por todo su castillo, incluso están los que dicen ser testigos de que cuando gritaba, todo el País de las Maravillas escuchaba sus reclamos, pensé que se alegraría de ver nuevamente a su hija, pero más bien parece ser todo lo contrario, es como si no deseara su presencia en este lugar, supongo que cada familia demuestra de distintas maneras su amor. Decidí encender el automóvil y alejarme despacio y lento para no hacer ruido y de esa manera evitar que se pudiera molestar aún más, si es que eso era posible.

 Sé que dentro de dos semanas seré el nuevo gobernante de Auradon, y sé que la Isla de los Perdidos está dentro de mis dominios, pero jamás había pisado este lugar, es la primera vez que lo hago y sinceramente no pensé que estaría en tan mal estado, es decir, todo se ve viejo y deteriorado, incluso hay edificios que parece se caerán en cualquier momento, siempre nos dicen que esta fue la mejor decisión para nosotros, pero, ¿qué hay de ellos?, los villanos puede que tal vez merecieran este castigo, pero aun así, estos chicos no tienen que ser iguales a sus padres, ni siquiera han demostrado aún de que están hechos, tiene sus propios intereses, sus propios deseos y metas, ¿por qué los limitamos de esta manera?, no puedo evitar pensar que tal vez le vendría bien un cambio a Auradon.

 Llegue nuevamente a Auradon y respire aliviado, para ser sincero sentí que en cualquier momento podría escapar algún villano o que me robarían el auto y me quedaría ahí sin que nadie supiera nada mas de mí, tal vez en el último de los casos, lo que habría hecho seria pedirle cobijo a Hattie, con la esperanza de que no fuera tan mala como para negármelo. En cuanto llegue al castillo metí el auto al garaje, le ordene al chico que resguardaba y vigilaba la entrada y salida que no dijera nada, él me juro su silencio ante esta situación, inmediatamente subí corriendo a mi habitación, obviamente iba con el cuidado de que no me fue a ver algún sirviente, o más bien, con el cuidado de que no me viera nadie, me cambie rápidamente por mi pijama y me acosté en la cama tapándome hasta arriba, mire el reloj, eran las 5:00 am, ya no dormiría nada, me levante de nuevo sabiendo que el sueño ya no vendría, me puse una bata y comencé a pensar en lo que diría dentro de un par de horas, tenía que convencer a todos de que esta era una buena idea, la pregunta era, ¿cómo lo iba a hacer?, recuerdo que Hattie dijo que era probable que en múltiples ocasiones las personas solo aceptarían mis decretos dado que soy su rey, pero quiero que realmente lo acepten como una buena noticia, también tendría que decírselo a mis padres, pero no habría tiempo para todo eso, espero que Cogsworth pueda ayudarme esta vez dándole la noticia a algunos, pronto darían las 6:00 am y mi día daría inicio con tantas noticas que dar, mire el reloj, eran las 5:30 am, ¿para qué retrasar más lo inevitable?, tome la soga que hacía sonar la campana y la jale, a los diez minutos ya estaban entrando por mi puerta todos los sirvientes en el orden y con lo que usualmente solía traer cada uno.

-Buenos días –dije con un bostezo.

 Como siempre todos asintieron con la cabeza y Cogsworth comenzó a hablar según su costumbre.

-Buenos días su majestad... Pareciera que no durmió muy bien...

-No es nada... Solo un poco de cansancio...

-Debo recordarle que es importante descansar.

-Claro, claro... Lo tendré en mente Cogsworth... Ah, ¿qué ha pasado con todo lo que te encargue? –pregunte entrando a la tina con ayuda de dos sirvientes.

-Bueno, ya que lo pregunta, me comunique con los Reyes Blancos como usted lo solicito, la Reina Mirana demostró una particular alegría cuando les di la noticia, ambos monarcas dicen que con mucho gusto apoyaran este decreto de usted... Por otra parte, ya le he llamado a la prensa, llegaran alrededor de las 8:30 am, la rueda de prensa comenzara a las 9:00 am, los sirvientes ya están arreglando el lugar, así mismo ya solicité al Internado de la Escuela Preparatoria Oficial de los Estados Unidos de Auradon que preparan una habitación tal como usted me lo indico, pero me han comentado que solamente cuentan con habitaciones individuales por el momento, por lo que esa habitación le será asignada a la Srita. Heart, el lunes a primera hora un chofer del instituto ira a recogerla y ya se está haciendo un pequeño preparativo para su llegada, en el cual esperan usted los honre con su presencia.... –Cogsworth carraspeo un poco y continuo- ahora bien, ya les he comunicado su noticia a algunos reyes y príncipes... Su padre no ha tomado muy bien que digamos la noticia, su madre lo está intentando contener y calmar en su habitación... También hay algunos reyes que ya se han retirado a sus respectivos reinos así que no asistirán al pronunciamiento de su majestad... Y ya he redactado la carta para la Srita. Heart, solamente hace falta que la firme y selle usted majestad.

 Cogsworth siempre había sido un gran sirviente, más que verlo como un sirviente, un empleado o alguien más del personal, lo veía más bien en algo así como un tío, al igual que Lumière, Madame de la Grande Bouche, la Sra. Potts, Plumette, entre otros.

-Muchas gracias Cogsworth... ¿Podrías tráeme la carta durante el desayuno?, lo que pasa es que también había redactado una –dije mientras me ayudaban a ponerme la bata de baño.

-Oh, por supuesto su majestad... He solicitado que coma aquí... Creo que sería mejor que esperáramos un poco hasta que a su padre se le calme el enojo...

-No será necesario Cogsworth, sé que en cualquier momento llegará... Y aunque me quedara aquí hasta la hora de mi proclama, lo tendría que enfrentar después de eso.

 Cogsworth suspiro y asintió con la cabeza en resignación, los sirvientes terminaron de ayudarme a vestir y salieron, unos minutos después traían mi desayuno, estaba comiendo un omelette de queso con champiñones cuando mi madre entro tocando la puerta suavemente.

-Buenos días mamá –dije.

-Buenos días cariño –contesto ella con un suspiro- hijo, no quiero que te sientas abrumado por todo esto de ser rey, sin embargo, tampoco quiero que tomes decisiones precipitadas...

-No es una decisión precipitada mamá... Llevo pensándolo bastante tiempo, no es algo que me haya surgido en una noche, lo sabes bien.

-Eso lo entiendo –respondió ella de manera tierna y poniendo su mano en mi mejilla continuo- pero Ben, aún hay muchas cosas que no sabes o que desconoces... Sé que quieres lo mejor para el reino y tus súbditos, pero tal vez estés yendo demasiado rápido...

 Mamá no pudo terminar de hablar, ya que mi padre entro intempestivamente a mi habitación, ahora entiendo por qué se complementan, ellos son prácticamente lo opuesto, pero aun así logran equilibrarse por lo mismo, tal vez a eso se refería mi padre cuando dijo que buscara una reina que me apoyara.

-¿Es verdad lo que me ha dicho Cosgworth? –preguntó en voz alta.

-Si –conteste pausadamente.

-¿Cómo es posible que hagas esto?, ni siquiera te nombran rey todavía y ya estás haciendo demasiados cambios.

-Lo sé padre... Pero no puedo evitar pensar que Auradon requiere algunos cambios...

-Sí, requiere cambios... Pero no de este tipo Benjamín – Benjamín, mi padre solo me dice así cuando estaba muy molesto.

-¡Adam!... –dijo mi madre tomándolo del brazo.

 Suspire para mis adentros, sabía que podía molestarse, y no era tanto por la proclama, sino por la premura y por el hecho de que no se lo había dicho yo personalmente, afortunadamente llego Cosgworth en ese preciso instante.

-Majestad, ya están llegando.

-Ya voy... Continuemos con esta discusión en otro momento padre, tengo que darle el anuncio al pueblo... Si me disculpan... –dije saliendo de la habitación.

 Espero que el pueblo acepte esto con buena disposición, así como los demás reyes también.

EL TIEMPO ENTRE NOSOTROS (Ben / Mitchell Hope y Tú) DescendientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora