EL TIEMPO ENTRE NOSOTROS (Ben / Mitchell Hope y Tú) Descendientes

UN BASURERO:

 Narras Tú:

 Hola mi nombre es Hattie y sí, soy esa chica que camina por la calle, justo esa de cabello rojo con negro, tez blanca y ojos azules, soy la única hija de la Reina de Corazones, y vivo en este horrible e insoportable lugar, al cual no puedo y me niego a llamar hogar, obviamente sobra decir que jamás lo haré.

 ¿Qué porqué estoy aquí?, por culpa de mi tía Mirana, o al menos eso es lo que siempre dice mi mamá, yo solo soy una víctima más del Rey Bestia y La Reina Bella, nuestros queridos gobernantes, (nótese el sarcasmo) ellos fueron los que mandaron a los villanos a este lugar, sin importar si tenían sangre real, eran nobles o tenían algún título de importancia, tal como mi mamá, ella es una reina, pero por culpa de ese horrible decreto es que estamos aquí.

 De hecho, este lugar es como tal un basurero (en la literalidad de la palabra) todo lo que los auradonianos no quieren, nos lo mandan a nosotros, ya sea comida, ropa, zapatos, utensilios, lo que sea que se te pueda ocurrir todo, enserio todo lo que ya no usan llega aquí... Incluidas las personas que residimos en este insalubre lugar.

 En fin, no voy a pasar lamentándome todo el tiempo porque no soy la princesa que debería haber sido, más bien planeo hacer algo para escapar de aquí, debe haber alguna posibilidad de que pueda huir, aún no sé cómo, pero por ahora tengo un pequeño plan, escapar con los enanos que viene a dejar la basura, ellos transportan la basura en una balsa, tal vez, si los asalto pueda salir finalmente.

 Tan adentrada iba dentro de mis pensamientos, que alguien chocó conmigo.

-Fíjate por donde caminas –grite mientras levantaba la mirada y era nada más ni nada menos que... –pero si es Evie.

-Hattie, déjame pasar.

-¿O qué?

-Le diré a mi...

-¿Madre?, por favor... –respondí burlonamente y girando los ojos, para después continuar- En fin, no tengo ganas de perder mi valioso tiempo contigo, así que lárgate y fíjate por donde caminas.

 Ella solo hizo una mueca de disgusto y se fue sin decir más.

 Evie es por decirlo así mi némesis, nos peleamos por algo que tal vez crean que es una tontería, pero es algo de suma importancia para ambas, la causa por la cual estamos peleadas es la moda, ambas amamos estar siempre bien vestidas y crear las últimas tendencias, pero no solo es eso, también peleamos por saber quién tiene el derecho a usar los corazones y coronas como signos distintivos, aunque obviamente solo una debe gobernar, desgraciadamente aún no hay una clara ganadora, por lo que la guerra sigue en pie, aun cuando solo tengas un guerrero, o al menos eso dice mi madre.

 ~~~~~

 Llegué a casa bastante cansada, había salido para ver si encontraba algo de comer, ya que en casa se había acabado todo, pero nada más llegué inmediatamente mamá me estaba llamando.

-Hattie, ven, rápido –gritó mi madre desde su habitación.

-Ya voy madre –grité a mi vez.

 Inmediatamente subí lo más rápido que pude, ya que no es nada bueno que mi mamá se irrite, créanme.

-¿Qué pasa? –pregunté una vez hube llegado, recargándome en la puerta.

-¿Qué te pasa eh?, ¿porque me contestas así? –preguntó.

-¿Qué quieres? –pregunte esta vez con fastidio.

-¡Córtenle la cabeza! –gritó exaltada.

-Mamá, primera no estamos en el País de las Maravillas, segunda ya no eres reina y tercera no puedes matarme ¡soy tu hija!

-Ash, sígueme... ¡Rápido!... No soy el estúpido tiempo.

 La seguí y me llevó al pequeño balcón que tiene nuestra casa, el cual, por cierto, amenaza con venirse abajo en cualquier momento.

-Hattie, ven acá querida –dijo mi madre, extrañamente sin gritar y cambiando su tono.

 Me acerqué a donde mi madre se había sentado e hice lo mismo a su lado.

-¿Qué ves allá? –pregunto mirando hacia el horizonte.

-¿Auradon? –respondí con duda.

-Exacto, tú vas a ir allá.

-P, pero... ¿Cómo quieres que escape?

-Escúchame atentamente Hattie, dentro de dos semanas coronarán al nuevo rey... Es joven e inexperto, lo cual nos ayuda, pero bueno, el punto es que él acaba de hacer un decreto en el cual dice que dentro de una semana van a venir por cuatro chicos de la Isla, ellos han sido escogidos para ir a Auradon a estudiar... Básicamente vivirán ahí lo que resta del año, o al menos será por un tiempo indefinido.

-Y tú, ¿cómo lo sabes madre?

-Sabes que tengo mis contactos querida.

-Ok... ¿Estoy dentro de esos cuatro seleccionados?

-Lamentablemente... No –dijo con cara de desagrado.

-Y entonces... ¿Por qué me estás diciendo esto?

-¿Qué no te das cuenta? –dijo tomándome de las mejillas y apachurrándolas.

-No –dije como pude y negando con la cabeza.

-Te iras de contrabando –me dijo muy quedito.

-Espera... ¿¡QUÉ!? –pregunté soltándome de su agarre y parándome de inmediato.

-Si querida, yo no puedo salir... Pero al menos me alegrará saber que tu estarás fuera de esta mugrosa pocilga.

-¿Y que pasara contigo?

-Lo de siempre... Me quedaré en este basurero feo e inservible y esperaré a que me vengues para poder salir de aquí.

-¿Qué te vengue?

-Sí, irás por el trono que me corresponde por derecho y que Mirana me ha arrebatado.

 Así que todo esto era por ella... Pero un momento, al menos lograré escapar de esta maldita prisión, así que solo por eso es que aceptare escabullirme en Auradon.

-De acuerdo.

-Y no acepto que me des un no por respuesta... Espera, ¿dijiste que aceptabas?

-Si... Lo haré madre... Recuperare tú corona, tú trono y tú reino... Y te llevaré de vuelta a él.

-Muy bien, entonces no hay tiempo que perder, prepara tus cosas... Muévete –dijo alzando la voz mientras volvía a entrar a la casa.

 Decidí quedarme un rato más mirando Auradon desde mi balcón, esta sería la última vez que lo vería desde este punto, no pienso volver a esta Isla jamás en mi vida, ni muerta vuelvo a poner un pie aquí, ni aunque el mismísimo rey me lo pidiera, no regresaría nunca.