𝘝𝘦𝘪𝘯𝘵𝘦 (²/³)

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Aquel chico se encontraba guardando ropa mientras seguía pensado en que haría con su hija.
¿La llevaría? ¿Sí?. ¿No?.

No estaba seguro en si llevaría a su hija aún evento donde no es para niños, y peor, era mañana.

— Papi.— llamo la pequeña mientras se acercaba a su padre abrazándolo por la espalda.

Aquel padre sonrió mientras se daba la vuelta para cargar a su pequeña.

— ¿Y Carre? ¿No te estaba cuidando?— pregunto con una leve sonrisa mientras salía de la habitación aún con su hija en brazos — ¿No estabas viendo películas con él?—

— Se durmió.— respondió la pequeña.

Aquel chico camino hasta llegar a la sala viendo como su amigo dormía en el suelo con una almohada mientras que Mariana dormía en el sillón con un tazón de frituras y una papa en su boca.

Aquel chico suspiro con pereza.

— Sí... Lo note.— murmuró para después dejar a la pequeña en una silla gamer para empezar a recoger lo tirado.

— Papá.— llamo la pequeña en un tono suave — ¿Por qué no tengo mamá?— pregunto.

Aquel chico dejo lentamente de recoger aún sin mirar a su hija simplemente respondió.

— No necesitas una.— decía mientras volvía a recoger — ¿Por qué? ¿Querés una?— pregunto un poco burlón mientras miraba a su hija.

Aquella niña rápidamente negó.

— No quiero una.— respondió.

— ¿Por qué?— pregunto aún con esa sonrisa burlona al ver a su hija un poco molesta.

Mientras recogía escuchaba una plática sería sobre como no quería tener mamá mientras él recogía las cosas, la mayoría tiradas por sus amigos.
Seguía recogiendo, miró levemente a su hija como mantenía una expresión semi enojada, una leve risita salió de aquel rulado al ver a su hija así.

— Ya tranquila.— pidió aquel chico cargando a su pequeña para que él se pudiera sentar en aquella silla no sin antes apagar las luces para que sus amigos no despertarán — No necesitas a nadie.— murmuró — Yo estoy para vos, y eso es lo que importa.— decía en un hilo de voz.

______ se acurrucó en el pecho de su padre mientras sonreía, se sentía de nuevo segura con él, sentía la atención para ella. Ya no sentía aquel infierno de aquel lugar en donde estaban, amaba estar con su padre y Spreen lo sabía, lo sabía muy bien.

Aquel joven pasó su mano por el cabello de su hija dando leves caricias en forma de masajeó. Una cálida sonrisa salió de la pequeña aferrándose más al padre sintiendo protegida y amada al mismo tiempo.

De repente aquellas caricias pararon, su mano seguía en su cabello pero parecía en vez de acariciar rebuscar entre los cabellos de su hija encontrando una parte calva de ella.

— ¿Y esto?— se preguntó confundido mientras baja la cabeza de su hija para poder ver mejor.

Tenía una parte sin cabello, por suerte no era grande pero estaba calva.

Aquel chico frunció el ceño mirando rápidamente a sus amigos, esta vez no se escaparían...

[…]

Aquella velada ya había llegado, felicidad para algunos pero preocupación para Spreen, en todos estos días no había logrado contratar una niñera.

— Oye wey y ¿Por qué no la dejaste con tu mamá?— cuestionó el de lentes mientras se peinaba.

— No lo pensé.— respondió el rulado en un suspiro un poco agotador — Mariana solo te pregunté si me ayudarías a cuidarla— decía mientras terminaba de peinar a su hija — ¿Sí? o ¿No?—

Aquel chico de lentes rápidamente acepto, era obvio que quería pasar también tiempo con aquella niña quien ya le había empezado a decir tío, eso le encantaba. Mientras tanto Carre guardaba cositas en una mochila para aquella pequeña, que no tuviera problemas tanto para el padre como para ellos.

Aquellos tres chicos salieron del lugar junto con la pequeña yendo hacia lo que sería la velada, un evento esperado para grandes personas, grandes streamers y para el creador del evento.

Aquella pequeña miraba a su alrededor como entraban a aquel lugar, mientras su padre lo cargaba la pequeña sintió un poco de miedo al ser un lugar desconocido simplemente oculto su cabeza en el cuello de su padre aferrándose a él.

Una pequeña sonrisa salió por el pelinegro dejando que su pequeña se aferrase a él mientras caminan a una alfombra, los gritos se escuchaban y el nombre de aquellos chicos empezaba a sonar en aquel estadio.

— Spreen ¿No?— cuestionó la entrevistadora.

— Sí...— respondió mientras tapaba el rostro de su hija.

— Ah ¿Es tu pequeña?— pregunto de nuevo reviviendo un si — Que mona, bueno a lo que íbamos. En verdad les agradecemos que estén aquí, casi nunca los vemos por estos rumbos creo que nunca.— decía — Esperemos que se la disfruten, con el gran evento de Ibai es increíble tenerlos a los tres aquí en persona.— halago.

Una pequeña charla entre aquellos entrevistadores con aquellos cuatro chicos, la pequeña se estaba arrullando.
Más personas pasaban y gritos hacia aquellos chicos, hacían sonrisas en ellos.

— Mira nada más, Spreen.— exclamó un chico de gorra por tanta bulla — ¿La trajiste?— cuestión con una sonrisa de oreja a oreja.

Quackity se acercó levantando un poco aquel cabello quién impedía ver el rostro de aquella niña pequeña, una sonrisa suave salió de aquel chico al verla dormida.

— ¿Por qué no la dejaste con tu mamá?— cuestionó mientras se erguía para verlo a él.

— ¿Vos también?.

✓// 𝐒𝐏ᛁ 𝘚𝘐𝘕𝘎𝘓𝘌 𝘍𝘈𝘛𝘏𝘌𝘙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora