𝘚𝘦𝘪𝘴

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En aquella fiesta pequeña, la bebe ya ahora niña estaba sentada en una silla mientras que al frente tenía un pequeño pastel hecho por su padre, Spreen.

Habían algunos amigos por parte del chico mientras le cantaban dulcemente cumpleaños a aquella niña.

Había cumplido dos años, todos celebraban mientras el chico observaba a su hija, como el tiempo se fue volando, parecía que fue ayer cuando llegó a su vida...

— ¡Eh! ¡Canten bonito que si no, no hay pastel!.— amenazo un amigo alto de lentes medio bizco.

Aquel departamento se había llenado de risas por parte de todos.

Minutos después sirvieron, la niña no era buena hablando pero de igual forma lo intentaba.
Aunque Spreen no dejaba de recordar su primera palabra, estuvo un poco agüitado ese día, pues si primera palabra no había sido, mamá, ni papá, nisiquiera su nombre real, había sido Micha.

Aquel padre que estaba entrando a la casa viendo como su hija de un añito ya casi dos años corría hacia él a abrazarlo.

Por otra parte, el pelinegro saludo a aquella pequeña mientras escondía algo detrás de él.

— ¿Querés ver lo que te traje?.— pregunto aquel chico mientras se ponía de cuclillas.

Aquella niña pequeña asintió emocionada mientras juntaba sus manitas.

Después de eso, aquel padre saco lo que escondía detras de su espalda colocando un transportador enfrente de ella.
La niña parecia confundida, pero al agacharse vio lo que había.

La niña señaló emocionada lo que había mientras intentaba decir una palabra sin éxito, Spreen solo río al ver el intento de su hija al hablar.

No tiene nombre.— dijo mientras sacaba a la gatita de aquella transportadora.

Aquel padre e hija pasaron todo el día al lado del gatito pensando en que nombre le pondrían, o bueno, solo Spreen.

— ¿Rayis?.— pregunto rogando por qué su hija no negara.

Niega.

— Ahg, ¿Mimi?, ¿Kitty?, ¿Panfleta?, ¿Sally?.— preguntaba, pero su bebé negaba una y otra vez.

El pelinegro decía y decía cada nombre hasta que vio a la gatita a punto de tirar un vaso.

— ¡No! ¡Micha!.— exclamo mientras corria hacia aquel gatito.

Por otro lado la bebé río mientras aplaudía con sus manitas.

Spreen la miro sentándose de nuevo en el sillón.

— ¿Te gusta ese?.— pregunto haciendo que su hija asintiera — Uff.. vaya gustos que tenés.— murmuró haciendo que aquella pequeña frunciera el ceño — Na mentira nena.— sonrió mientras revolvía el cabello de la pequeña.

Aquel padre estaba feliz mientras la gatita se acercaba a ella la pequeño acariciaba su cuerpo.

— Micha.— dijo la pequeña con dificultad.

De un momento a otro esa sonrisa que tenía el chico se le había borrado.

— ¿Cómo?.— pregunto visiblemente confundido y sorprendido.

Había sido su primera palabra, él hubiera preferido que sea papá, o Iván, pero ¿Micha?,
Por suerte Spreen no le tuvo envidia a la gata, por eso, es una gata.
Pero no podía evitar pensar en lo triste y ofendidamente que era para él, saber que la primera palabra de su pequeña fue micha.

✓// 𝐒𝐏ᛁ 𝘚𝘐𝘕𝘎𝘓𝘌 𝘍𝘈𝘛𝘏𝘌𝘙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora