𝘝𝘦𝘪𝘯𝘵𝘪𝘥𝘰𝘴

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Ya habían pasado algunos días, aquel chico había regresado de aquel viaje con esfuerzo, aunque la  pequeña no quería alejarse de aquellos amigos de él, sí, se había encariñado muy fácilmente.

Aquella niña estaba un poco triste, quería regresar a aquel momento, aquella pelea que de alguna forma le atrajo escuchar a los amigos de su padre gritar su nombre había sido muy emocionante aunque se la haya pasado todo el día durmiendo, no quería molestar a su padre por lo que había decidió descansar.

— ______, vamos.— pidió aquel chico mientras tomaba las llaves de su auto.

Aquella pequeña lo miró confundida "¿Vamos?" ¿A dónde?.

Sin mucho rodeo la pequeña acepto, acercándose a su padre dejando que él la cargará, lo último que escucho fue aquella puerta cerrarse, aquel padre tenía lo que parecía ser unos documentos. ¿Que estaba pasando?.

[…]

Una brisa suave y ligera, mientras su padre y dos señores hablaban sobre cosas sin sentido, o al menos para ______.
Sentada en el regazo de su padre dibujando con un lapicero que un señor le dio para que se distrajera, no podía evitar escuchar la conversación, pero, ¿Quién no lo haría?, casí casi le hablaban en la cara a la pequeña.

— ¿No queré madre la nena?— pregunto un señor bien vestido mientras anotaba algo en una hoja.

— No...— negó — De igual forma, yo no quiero, no creo que sea fácil.— respondió mientras miraba de reojo a su pequeña quien solo dibujaba.

A veces aquel padre se preguntaba cómo es que ella siempre estaba tan despreocupada, pero bueno. Es una niña, no sabía lo que aún es la vida, no tiene preocupaciones, solo duerme y come.

— Mira Iván, lo que podemos hacer es pedir una carta a la secretaria de padres.— decía el otro abogado quien ya había trabajado con Spreen antes — Pero déjame decirte, que esa gente es una mierda.— aquel abogado que estaba al lado de él solo pudo darle la razón — Pero si querés lo hacemos, total, ¿Que perderíamos?— dijo despreocupado.

— A mí hija.— contesto el rulado mientras un silencio tensó se hacía en aquel pequeño lugar.

El sonido de la brisa se escuchaba un poco más fuerte convirtiéndola en una lluvia algo fuerte.

Aquel aire frío chocaba contra las mejillas ligeramente rozadas de aquella niña, un sentimiento de calma apareció en la pequeña y un escalofrío que recorrió su cuerpo tensandola levemente.

— Papi...— decía la pequeña abrazando a su padre mientras él la cubría con su abrigo ella se dejaba dar su calidez.

Aquellos tres siguieron hablando mientras la pequeñas era consentida con leves mimos en su cabello por parte de su padre.

Por otro lado... Hablando de aquella chica. Karla.

Estaba en su habitación un poco aburrida no había visto a su "amigo" en mucho tiempo, sabía que se había ido fuera del país con su hija aún evento de streamers.
Ella no conocía mucho sobre eso, y realmente no le importaba mucho que digamos.

Había intentado convencer  al rulado para quedarse con la pequeña, por más que lo intento Spreen se había reusado. Aún estando enamorado no tenía la confianza para dejarlo con aquella chica.

Aún así desde hace tiempo había empezado a sospechar de Karla y su manera de ser.

Aquella chica simplemente se levantó llendo a prepararse algo mientras su madre revisaba algunos documentos.

— Deberías dejarlo a la pequeña empaz.— pidió aquella chica mientras se prepara algo simple, cereal.

— ¿Para qué?, ese idiota me hizo mierda la vida.— exclamo levemente bajo aquella señora, se le notaba que no había dormido en horas — ¿De todos estos días no conseguiste algo?— cuestiono Lucia mientras tomaba un poco de café ya algo desesperada.

— Mmm...— decía mientras luchaba por pensar en algo.

La cachetada...

— No.— dijo restándole importancia — Es buen padre, solo es despistado y pelotudo.—

Aquella señora no soportaba aquel hecho, para nada creía que alquel chico era "perfecto".

Aunque si habían muchas cosas en las cuales Spreen fallaba, la chica notaba su esfuerzo, no podía negar que al momento de conocerlo lo quería en la ruina. Pero algo cambio...
Al conocerlo no era lo que aquella madre le había contado, podría decirse que era todo lo contrario.

Siguiendo con aquel chico.
Ya se había regresado a su casa después de un gran rato, era de noche la pequeña estaba cansada.

Lo único que pudo hacer fue tirarse al tapete en forma de cancha de fútbol de su padre, solo quería dormir mientras aquella gata se acercaba con algo de emoción al ver que la pequeña regreso al igual que su dueño.
Acurrucandose al lado de ella, ambas transmitiendose el calor.

La lluvia no parecía parar, incluso parecía ponerse peor.

— Linda vení, vamos a dormir.— pidió spreen mientras hacía una señal para ______.

Aquella pequeña tallo sus ojos levemente, levantandose con cansancio para después acercarse a su padre sintiendo sus brazos acogedores y el movimiento de él caminar hacia la habitación.

— ¿Quienes eran esos señores...?— pregunto la nena mientras se aferraba un poco a su padre.

— Nadie.— respondió el chico, ambos entraron a la habitación mientras se acostaban para descansar, aquella gata de igual manera venía con ellos, pues odiaba la lluvia en especial los truenos — Solo eran unos amigos de papa...— respondió en un bostezo.

______ no se sentía convencida, pero decidió creerle a su padre, no le quedaba de otra, solo dejarse llevar por aquella confianza que ambos se tenían.

Una confianza quien suplicaba no ser rota.

Holis, cuídense mucho
Miau
*Besito en la frente*

Me ha gustado todo lo que he escrito a lo largo de esta serie, lo malo es que ya está llegando a su fin, no quería hacer la historia muy larga por qué sabía que me aburriría.

✓// 𝐒𝐏ᛁ 𝘚𝘐𝘕𝘎𝘓𝘌 𝘍𝘈𝘛𝘏𝘌𝘙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora