XVII

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Al escuchar aquellas palabras salir de los labios de la alfa, la castaña
retuvo el aliento por unos segundos para después soltarlos en un fuerte
suspiro, los latidos de su corazón empezaron a ir más rápido mientras
sentía como en su pecho su loba está más que feliz.

- ¿Qué dijiste? - Pregunto en un susurró como si estuviera contando el más íntimo de los secretos.

- Que te quiero Abi, se que fui una estúpida contigo pero no sé cómo
manejar todo esto, yo jamás había sentido algo así y me da miedo - En los ojos de la alfa se podía ver sinceridad y arrepentimiento, era cierto cada palabra que salia de ella y a pesar de siempre aparentar ser fuerte, la verdad era que Samantha solo era una chica frágil que le faltaba mucho amor.

- A veces querer no es una razón suficiente para quedarse - Exclamó la Omega un poco triste.

- Pero Abi... Yo...

- No Samantha, no estoy dispuesta a entrar en tus juegos en dónde un día me quieres y al siguiente no, yo quiero algo estable, yo merezco a alguien que se la juegue toda por estar conmigo.

- ¿Acaso no escuchaste lo que dije? - Pregunto sorprendida la rubia - Te
quiero, maldita sea Abril te quiero, eres la única persona que ha despertado ese sentimiento en mi.

- Te escuché perfectamente - Respondió volviendo a tomar una postura firme - Pero también escuché cuando dijiste que tenías miedo y no puedo estar contigo si no estás segura, no pienso sufrir por ti, y ahora sí me disculpas tengo que ir a trabajar - La Omega se dió la vuelta dispuesta a entrar se nuevo a la cafetería pero fue detenida por el agarre de Samantha.

- Abril...

- No Samantha, ahora suéltame.

ALFA (Rivari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora