ALFA (Rivari)

XXVII

Abril amaba despertar en los brazos de Samantha, amaba sentir el delicioso aroma de su alfa inundando cada parte de su cuerpo embriagándola tanto hasta dejarla con una sonrisa boba en sus labios, amaba como las manos de la de ojos miel se aferraba con recelo en su cintura y como su mejilla siempre estaba apoyada sobre su cabeza, y es que a pesar de tener más de
dos años viviendo con ella, aun no podía controlar todas las emociones
que la mayor le hacia sentir.

- Samy - Susurro la menor dándole ligeros besos en sus rosadas mejilas
ganándose solamente un gruñido donde le mostraba sus dientes - Amor despierta.

- Cinco minutos más - Suplico soltando algunos suspiros mientras pasaba una de sus piernas por el abdomen de la omega para acurrucarse mejor.

- No basta de dormir - La omega empezó con su "táctica de despertar a su alfa" dejando pequeños besos por su mejilla descendiendo poco a poco hasta su cuello sacando así su lengua y lamiendo su piel expuesta como si se tratase de su helado favorito.

- Abi - Exclamo bajito mientras su respiración se aceleraba al sentir las
traviesas caricias que su novia dejaba por su cuello y clavículas - No
empieces algo que no vas a terminar - La alfa abrió sus ojos dejando que la omega presenciara como estos cambiaban a una tonalidad mas oscura avisándole así que su lobo era el que estaba a cargo en esos momentos.

- Alfa... - Solo eso basto para que la mayor se posara sobre su cuerpo
desnudo gimiendo bajito al sentir el roce de sus pieles y empezara con un
hambriento beso que abrió paso a caricias, mordidas y que sus cuerpos se entregaran en un viaje cargado de lujuria, pasión y sobre todo amor,
porque a pesar que siempre que estaban juntas de esa manera les gustaba lo rudo y lo posesivo, jamás dejaban de ser cuidadosas y atentas,
pensando en la comodidad de la otra en todo momento, era mágico ver
como sus cuerpos reaccionaban a sus toques y como cada una se llevaba al punto mas alto de placer para después terminar gimiendo sus nombres envueltas en sudor.

- Te amo - Dijo Samantha besando la mejilla de la castaña dejando que esta se acomodara de nuevo sobre su pecho mientras repartía pequeñas caricias sobre su brazo - Te amo con cada latido de mi corazon Abi y ahora más que nunca estoy tan segura que quiero pasar el resto de mi vida a tu lado, quiero esto, te quiero conmigo siempre - A la omega no pudo evitar llorar dejando que los muchos hipidos salieran de sus labios alarmando a la mayor - Princesa ¿Qué pasa? - Pregunto apartándola delicadamente por
un momento, para sentarse en la cama y después hacer que Abril se
levantara y pasara sus piernas sobre sus muslos quedando así ahorcajadas sobre la orubia.

- Samy - Murmuro bajando su mirada mientras mordía ligeramente su labio inferior - Yo... Yo...

- Me estas asustando amor - Sentencio la alfa posando sus dedos sobre la mandíbula de la omega obligándola a mirar a los ojos - Sabes que me puedes contar todo...

- Tendremos un cachorro - Hablo rápido cerrado sus ojos por inercia,
esperando a que Samantha la apartara de su lado y que tal vez le dijera que no quería tener un bebé... Pero lo que menos espero es que la de ojos miel la envolviera entre sus brazos apartando todos esos pensamientos al oir la emoción que emanaba su voz.

- ¿Hablas en serio Abi? - La menor asintió con su cabeza como respuesta dejando que su lobo moviera su colita al ver y sentir la felicidad de su alfa - No lo puedo creer, seremos mamás, seré madre al lado del amor de mi vida, no mames... Te amo, te amo, te amo - Las manos de Samantha se posaron sobre el aun plano abdomen de la castaña repartiendo tiernas caricias en el - Mi pequeña o pequeño quiero que sepas desde ya que mamá Samy y mami Abi te aman mucho - Fue lo ultimo que dijo antes besar los labios de su amada, en un beso que marcaria una nueva etapa en su vida.

Fin.