UNA NUEVA OPORTUNIDAD

Una personita crecía en mi

– Positivo, positivo, positivo... solo podía pensar en esa palabra, que iba a ser de mi con apenas 17 años embarazada de alguien que apenas conocía. Es que quien me manda a mí a ir a esa fiesta y emborracharme hasta no saber de mi cuerpo, todo por tratar de descargar los problemas que tenía en casa.

Bueno y ahí estaba yo en el baño de la casa de mi mejor amiga Rocío tratando de calmarme y pensar, ¿Qué les diré a mis padres? ¿Qué le diré al padre de este bebé? apenas lo he visto un par de veces y la mayoría ha sido en fiestas... pero la pregunta que más se repetía en mi cabeza es ¿Qué será de ti pequeño o pequeña? ¿Cómo si apenas puedo hacerme cargo de mí me haré cargo de ti también?

– Hey, tranquila no llores, Chloé tienes que pensar que ya no eres solo tú ahora existe una personita que no le gustará nada que su mami este triste. - Recién ahí me di cuenta que las lágrimas nublaban mi vista, es que al parecer aún no podía asumir que sería madre.

– Si, tienes razón... desde hoy prometo ser fuerte por esta personita, aún me queda hablar con mi madre y con mi hermano pero más importante debo hablar con el padre de este pequeñín.- dije tocándome la panza más como para asimilar que por un modo de afecto.

– Tú tranquila aquí siempre me tendrás a mí, siempre podrás contar conmigo al igual que esa personita que crece dentro de tu panza.- dijo Rocío abrazándome.

– ¡ay amiga! Cuanto te quiero, gracias por todo, creo que es hora de asumir he ir a hablar con mi mamá y Jeremy pero antes hablar con Rodrigo, espero por lo menos se acuerde de mí.- y no tengo puta idea de cómo lo pillaré, no tengo ni su número.

– Chloé, tu tranquila estoy segura de que tu mamá y Jeremy se enojaran por un tiempo pero después adoraran a la criatura. - mi pregunta era ¿podré yo querer a este bebé? nunca planee ser madre, mucho menos a esta edad además llegó a modificar mis planes, mi vida entera cambiara a causa de esta criatura.

Bueno era hora de comunicarme con Rodrigo y la mejor manera de encontrarlo sería en Facebook (que para algo sirva aparte de cotillear) entonces me encaminé a mi casa aprovechando que en este horario no había nadie ya que mi madre y hermano trabajaban de 8 am a 8 pm. Mi padres hace varios años se habían separado. Mi papá tomó sus cosas y se marchó a otra ciudad dejándome a mi abandonada a mi suerte (bueno está bien, me quedé con mi madre y mi hermano que son prácticamente uno de los unidos que están) y yo tenía esa conexión con mi papá una conexión que murió el día en que se marchó, me dejó acá y nunca más se comunicó conmigo.

Después de dos horas de búsqueda en los amigos en común que teníamos Rodrigo y yo pude dar con su número teléfono, me llegaban a temblar las manos al marcarlo pero tenía que hacer esto, yo sola no podía con todo lo que me estaba pasando.

– ¿Hola? - contestó el a los segundos después

– H-ola, Rodrigo habla Chloé - Le dije rogando que se acordará de mi

– Aah, hola Chloé, no recuerdo haberte dado mi numero

– La verdad es que no me lo diste pero dadas las circunstancias tuve que conseguirlo, quisiera saber si nos podemos juntar. Hay algo importante que quiero hablar contigo.

– Mira, no creo que tengamos nada en común aparte de ese sábado en la noche que ambos gritamos de placer, pero si quieres repetir no tengo ningún problema... la verdad es que me gustó mucho, no suelo repetir con ninguna que solo me ponga una noche pero estaré completamente dispuesto a saltarme normas contigo. - las lágrimas caían y caían por mi rostro, fui una fácil es cierto y lo peor de todo es que yo tenía la culpa, yo me expuse...

– Sabes que no soy ninguna putita tuya para complacerte, me equivoque enormemente al llamarte, adiós.

Corté la llamada y me dedique a llorar en mi cama, pensé en todo lo que se venía, era obvio que no podré contar con el apoyo de Rodrigo y en realidad tampoco me gustaría que estuviera cerca él. No me ve a mi más que como una zorra y a decir verdad yo tampoco me veo a mi de otra manera. No es que estuviera enamorada de él ni nada pero no quiero que el este cerca creo que me trataría como su putita y no creo ser capaz de aguantar tal humillación.

Reflexioné hasta tomar una decisión y quedarme dormida, a las horas después sentí como la puerta de mi habitación se abría y encendían la luz.

– Chloé, ya llegué... mamá me llamó para decirme que llegará tarde, te parece si pido pizz... - Jeremy dejó de hablar al verme el rostro, pude ver en sus ojos el asombro, seguramente tenía la cara hecha un asco tanto llorar, el maquillaje corrido y los ojos hinchados y rojos.

– ¿Qué te pasó? ¿Alguien te hizo algo? pequeña háblame, me estas asustando.- y ahí se fue toda la calma al traste de la basura, lloré hasta que no me salían lagrimas le pedí perdón una y otra vez y él no se explicaba porque yo decía que lo había desilusionado o porque le pedía perdón, solo me abrazó y esperó a que yo me volviera a tranquilizar.

– Je, soy una zorra...

– hermanita no te llames así, a ver cuéntame lo que pasa. Haré lo posible por ayudarte.

– Je, no creo me puedas ayudar, de hecho estoy más que segura que mamá y tú me odiaran luego de esto. Siéntate por favor.- Je como yo solía llamarlo desde pequeña, me hizo caso y se sentó en mi cama frente mío.

– Chloé, hermanita me estas asustando... dime que pasa.

– Je, y-yo estoy embarazada.- cerré los ojos al decir la ultima palabra aún quedaba tan grande en mí, pude ver como se le desfiguró la cara a mi hermano paso de preocupación a rabia, pero no dijo nada solo cerró los ojos inhaló y exhaló y al abrirlos me encontré que tenía lágrimas en ellos.

– ¿E-estas segura?

– Sí, me hice dos test hoy y los dos salieron positivos.

– guaaaau, ¡Seré tío! - en ese preciso momento entra mi madre a mi pieza y estoy más que segura que debe haber escuchado todo porque entro con los ojos lagrimeando, se acercó a mi levantó su mano y temí lo peor...