UNA NUEVA OPORTUNIDAD

Sinceridad

Mariano:

Cuando abro la puerta, veo a una joven de cabello cobrizo y ojos color pardo...

- ¿Tú, quién eres? – la misma pregunta podría hacer yo, pero para evitar dramas contesté.

- Soy Mariano Thompson ¿Y tú?

- Rocío Clayton, debes ser el fotógrafo ¿verdad?- Quiere decir que le ha hablado de mí aunque sea un poco, eso es algo bueno ¿no?

- Sí, tú debes ser la mejor amiga- lo saqué por deducción, Chloé no habla mucho de su vida conmigo.

- Pues sí... ¿Dónde está ella?, Gastón me aviso que se había desmayado.

- Sí, es cierto pasó por estrés y vomitó, luego de eso se desmayó. Está en su cuarto.

Su amiga subió las escaleras y yo subí detrás de ella, Chloé se encontraba sentada en la cama y tenía un leve sonrojo en el rostro, se veía adorable. Nos miramos a los ojos y me sonrió tiernamente. Me acerqué a ella y bese su frente

- Estaré abajo para que puedan hablar tranquilas, cualquier cosa me avisas.- le informé para que no pensara que me iría.

- Gracias.

- Baje y me dispuse a prepararle algo de comer a Chloé, minutos después sentí los gritos de ella. Deje todo como estaba y subí, cuando iba a medio camino me topé con su amiga llorando... subí más rápido y entre a su cuarto para pillarla agachada al lado de la puerta llorando a mares.

- Déjame sola Mariano por favor.- ni muerto la dejaría sola, menos en ese estado.

- Estás loca si piensas que te dejaré sola así como estas.- Me agaché a su lado y la abracé.- Confía en mí Chloé, cuéntame ¿qué pasó?

- Fue ella, ella le contó a Rodrigo.- quedé impactado, debió ser un golpe muy duro la traición de su amiga.

- Cielo, tienes que tranquilizarte, han sido demasiadas emociones y rabias por hoy, a Sophie no le hará nada de bien toda esta tensión.

- Sí, tienes razón.- Comenzó a pararse y la ayudé. Le tomé la mano y conduje hasta la cama, hice que se recostara en mi pecho y acaricie su pelo hasta que sentí como su respiración se hizo más lenta. Era una completa Diosa, aunque tuviera el maquillaje corrido, su belleza iba más allá de su cuerpo, era belleza interior también. Nunca conocí a una mujer tan pura y buena.

En algún momento debo haberme quedado dormido, desperté con el ruido de la puerta del cuarto azotándose contra la pared. Asustado me senté en la cama y vi a Jeremy que nos observaba con furia.

- ¡Qué mierda haces acá!

- Shhhh... salgamos y te lo explico todo, pero no la despiertes.- Jeremy asintió con la cabeza, yo me levante y deposite un beso en la frente de Chloé bajo la mirada atenta de su hermano. Bajamos y salimos al patio. Le expliqué todo lo que había pasado en el día Chloé y que estaba bastante estresada.

- ¿Por qué no nos llamaste?

- Porque no era nada para preocuparse.

- Bueno, en ese caso discúlpame, me hice ideas equivocadas.

- Jeremy, no creo que sean tan equivocadas, en realidad yo...

- ¡Tú ¿qué?!- gritó furioso, pero era hora de ser hombre y hablar con mi amigo y cuñado si es que Chloé me acepta en su vida.