UNA NUEVA OPORTUNIDAD

No todo lo que brilla es oro

        

                                        NO MÁS LECTORES FANTASMAS, si les gusta VOTEN!

Chloé:

Caminé hacia la puerta con mi bolso y abrigo en mano, abrí lentamente y ahí estaba el hombre que llenaba mis días de felicidad y amor, empecé a examinarlo de los pies a la cabella, calzaba unos zapatos de vestir negros, unos jeans negros y una camisa celeste que tenía desabrochados los primeros tres botones, miré su rostro se había dejado una barba por lo menos tres días, hace días le había comentado que me gustaría verlo con barba más seguido... ¡este hombre está como quiere! Miré a sus ojos grises que me veían con mucha intensidad, después de ese silencio para nada incomodo en que nos observamos y devoramos con la mirada, Mariano habló:

- Te ves hermosa, y juro que sí no fuera porque nos esperan en el estudio no dejaría que salieras de la habitación- levantó una de sus cejas para enfatizar, aun no pasa nada más allá de besos y caricias... aunque debo reconocer que cada día se nos hace más difícil controlarnos, deseo a este hombre como nunca he deseado a otro, no sé sí es por las hormonas o porque está vez el deseo va de la mano con el amor. Me estoy enamorando completamente de él y no me arrepiento por nada del mundo. Me acerqué y lo besé, luego le dije:

- Tú tampoco estás nada mal, pero ya vamos que luego me entusiasmo y te cobro la palabra- riendo, Mariano tomó mi mano y me llevó hasta el carro, abrió la puerta del copiloto, pero antes de que me dispusiera a entrar, me detuvo y me besó, luego besó mi vientre y dijo:

- Ahora sí, buenos días mis amores- nunca se le olvidaba saludar ni despedirse de Sophie, era como un ritual... y eso a mí me encantaba. Después de esos buenos días tan emotivos nos subimos al coche y partimos al estudio de Mariano, al entrar Mariano entrelazó nuestros dedos orgullosamente y me estaba guiando hacía donde se encontraba la sesión, pero antes yo lo frené y pregunté:

- Me imagino que tú tomarás las fotos ¿verdad?

- Sí, ¿Por qué?- solté mis dedos de los suyos y me crucé de brazos para luego decir:

- Entonces, seamos profesionales Señor Thompson- a Mariano le brillaron los ojos, siempre seguía mis juegos y locuras.

- Está bien señorita Brown, por favor sígame- siguió caminando y lo seguí observando todo a mi alrededor, mis manos comenzaban a sudar, el nervio se estaba apoderando de mí y es que las nuevas experiencias no son lo mío. Entramos a un espacio lleno de luces, con un fondo blanco... pero lo que más llamó mi atención fue que habían muchas modelos en ropa interior, otras en bata... pero todas con poca ropa. Reaccioné y recordé que la sesión sería para Victoria Secret por lo cual era una sesión de lencería... ¡Dios! ¿En qué me he metido? Mariano poso su mano al final de mi espalda y me guío hasta las modelos que se lo devoraban con la vista, no las culpo, ese hombre se merece todas esas miradas y más, es guapísimo.

- Señoritas, les presento a Chloé Brown... ella reemplazará a la modelo que faltó, sonreí sin mostrar los dientes y dije:

- Un gusto chicas.

- Bien, ahora ven debes ir a cambiarte ropa- Mariano sonrío de lado, el muy maldito estaba disfrutando verme hecha una bola de nervios.

- Se me había olvidado por completo que era una sesión de lencería, creo que moriré de vergüenza.- solo pensarlo me subía le color al rostro.

- ¿Te estás arrepintiendo?- preguntó el mirándome a los ojos

- ¿puedo?- Mariano comenzó a reír y negó con su cabeza para luego agregar: