Lo que hace el amor

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Chloé:

Los días pasaron rápidamente con la compañía de Mariano que venía cada vez que podía, según él no podía ni quería separarse de nosotras. Seguimos con nuestras sesiones de fotos pero esta vez le pedimos a un amigo suyo que las hiciera, quería tener muchas fotos junto a él. Estábamos a domingo, el próximo miércoles tenía hora con mi ginecólogo para un control rutinario. Mariano se encontraba extasiado con tantas emociones, cada día me demuestra más lo valioso que es como persona, me demuestra con gestos, palabras y caricias cuanto me quiere.

- ¿En qué piensas cielo?- preguntó mirándome, nos encontrábamos en el salón de mi casa viendo películas.

- En lo mucho que ha cambiado mi vida contigo en ella- respondí sonriendo.

- Mmm... ¿Para bien o para mal?

- Eso es obvio tontito, para bien, muy bien.- dije besando su mejilla.

- Me alegra escucharte decir eso, mi vida también ha dado un giro inesperado... puedo decir con plenitud que soy un hombre muy feliz junto a ustedes, mis dos amores.- ¿Cómo hace para decirme cosas tan bonitas?

- Guau, me has dejado sin palabras.- Mariano comenzó a reír y dijo:

- Eso sí es un milagro.

- ¿Me estás diciendo cotorra?- le pregunté con falsa indignación puesto yo ya sabía la respuesta, en pocos días Mariano ha llegado a ser mi mayor confidente. Le he contado casi toda mi vida, no he parado de hablar, debo agobiar al pobre. En cambio él sé que guarda mucho para sí mismo, especialmente cuando se trata de su familia... aun no entiendo él porqué pero tampoco pienso presionarlo para que me cuente. Quiero que tenga confianza en mí y pueda contarme sus miedos, alegrías y recuerdos.

- Claro que no cielo, solo que eres una respondona y me parece extraño dejarte sin palabras.- contestó riendo.

- ¿Yo respondona?... ya, no me contestes. Es cierto, ¿Aun así me quieres?- Mariano se acercó, me abrazo y deposito un tierno beso en mi frente.

- Por supuesto que te quiero, eso no lo dudes nunca.

- ¿Cómo te sientes para el miércoles?- pregunté cambiando el tema

- Ansioso, nunca he ido a una ecografía; ni siquiera de mi hermana cuando estuvo embarazada... además podré ver a Sophie y eso me hace muy feliz, ya quiero que nazca.

- Yo también, quiero tenerla en mis brazos y llenarla de amor y besos.- dije posando mis manos en mi vientre, Mariano puso sus manos sobre las mías y dijo:

- Ya la tendremos, será igual que su madre, una hermosa princesa... entre las dos me volverán loco. Tendré que comprarme un arma para sacar a todos los mujeriegos de encima de mis mujeres.- Me largue a reír, Mariano siempre mirando hacia el futuro, un futuro compartido con nosotras.

- Ya te imagino como un viejo cascarrabias, si sigues así te saldrán arrugas antes de tiempo.

- No te burles de mí... cambiando de tema, mi madre preparará una cena familiar el día viernes y quiere que vayamos.- me tensé enseguida, desde mi cumpleaños no habíamos tocado el tema de su madre- será una gran oportunidad para que mi familia te conozca y te adore tanto como yo.

- Mmm sí imagino cuanto me van a adorar... no me siento muy segura, pero sé que tarde o temprano tengo que conocerlos, así que dile que estaremos ahí.- no era justo negarle eso a Mariano, él ha dado mucho por nosotras, además tengo la posibilidad de caerle bien a su familia, o eso espero... no pueden juzgarme o criticarme sin conocerme.

UNA NUEVA OPORTUNIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora