En ese mismo momento llegó Jeremy en su auto, por la puta, me echó a perder todo el momento, necesito saber que piensa ella respecto a todo esto. Chloé aprovechó mi descuido y entró a la casa.
- Mariano, tengo que hablar contigo.- Jeremy estaba bastante serio, pero eso es lo que menos me preocupaba en estos momentos.
- Jeremy, ¿puedes esperar?, necesito hablar con Chloé.- Deje a un Jeremy completamente pasmado en la puerta y entré a la siga de Chloé. En eso escuché un grito, que provenía de arriba.
- Maaaaaamá, ¡necesito ayudaaaa!
Raquel estaba a punto de subir para ayudar a Chloé pero la detuve...
- Raquel, no te preocupes... yo la ayudo. Así aprovecho de hablar con ella.
- Me parece perfecto, luego bajen a cenar, está casi listo.
Subí las escaleras rápidamente y abrí la puerta del cuarto de Chloé, me daba la espalda, Dios aún tiene puesto ese vestido tan provocador. Como si sintiera mi mirada se giró y me vio.
- ¿No te enseñaron a tocar?- dijo algo indignada.
- No te imaginas cuánto.- De inmediato llegó el color a su rostro.
- ¡aaaaay! ¿Qué quieres ahora?, ya dije todo lo que tenía que decir.- dijo entre enojada y curiosa, pude notar que algo le molestaba en la espalda pues se rascaba continuamente.
- ¿Te picó algo?- pregunté algo preocupado.
- N-no, es mi tatuaje, desde que estoy embarazada comencé con alergia en esa zona, ¿mi mamá no estaba abajo?- ¿Un tatuaje? a su edad, quiero verlo.
- Está, pero está muy ocupada, a ver déjame ver esa alergia, ¿tienes alguna crema para aplicarte?- Me miro con dudosa, pero luego asintió.
- Que conste que dejo que me ayudes solamente porque ya estoy desesperada con esta picazón.- me entregó su crema y se puso a espaldas de mí, levantándose el cabello. Su olor me embriagaba y las ansias de recorrer parte de su espalda hasta el cuello a besos estaban cada segundo más cerca.
- Ok, ¿debo bajar el cierre?- le pregunté tocando el broche de su vestido.
- Sólo lo necesario por favor.
Baje lentamente el cierre, tratando de hacer contacto piel con piel más de lo necesario. Baje hasta el broche de su brassier, le descubrí los hombros, sentía como su piel se erizaba con mi tacto. Y Ahí logré ver su hermoso tatuaje, unas bellas golondrinas volaban libres desde su omoplato para perderse en su hombro. No pude resistirme más y comencé a besar su espalda. Un pequeño gemido de placer salió de su boca, quisiera escucharla por horas gemir así.
- Ma-Mariano bast...- Pero no la dejé continuar. Sabía que si hablaba iba a negarme toda esa conexión que sentíamos ambos. La giré, miré a sus ojos y luego la besé. Sus labios eran mejor de lo que imaginé, era un beso dulce, un beso paciente, lento y suave. Pero estaba seguro que ella se estaba frenando, podría apostar que escuchaba los engranajes en su cabeza.
- Déjate llevar Chloé, no tengas miedo.- dije mirando sus ojos, esos ojos que me cautivaron desde la primera vez que la vi. Se puso en puntillas y se abrazó a mí por el cuello, se estaba acercando lentamente a mi boca, mientras yo la tenía abrazada por la cintura, estoy seguro que podía notar fácilmente que mi "amiguito" estaba erecto... cuando estaba a punto de besarme ambos sentimos una patada de Sophie. Algo en su mirada cambió radicalmente.
- Mariano, es mejor que salgas de mi habitación.- dijo soltándome y alejándose, desviando la mirada un tanto avergonzada, pero ahora que había probado esos labios maravillosos quería más, mucho más.

ESTÁS LEYENDO
UNA NUEVA OPORTUNIDAD
RomanceY ahí estaba yo, enfrentándome a todo lo que se venía sola. NO, sola jamás; tenía a mi pequeña pero que dejarle a ella, aparte del dolor de no ver a su mami. De algo estoy segura; lucharé hasta que sepa que mi pequeña Sophie esté en buenas manos...