Capítulo 11

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It doesn't matters who you are.. as long as you're being yourself .

Jimin's POV.

El rayo de sol me daba directamente en el ojo, cosa que hizo que me despertara. Aproveché que ____ estaba dormida y la estreché entre mis brazos. Cuando se despertara, le diría que no sé cómo terminó así y que fue ella la que se acurrucó contra mí. Sí, eso suena bien. No puedo creer que estaba durmiendo en la cama de ___ Cornell. Es increíble. Estoy durmiendo con una de las personas que más amo en el mundo y se siente... extremadamente bien. Mejor de lo que alguna vez pensé que podría sentirse. Hacía frío en la mañana, estábamos en pleno invierno. Supongo que porque hacía frío, ___ se acurrucó más hacia mí. En ese momento, sentí que me estaba aprovechando de cierta manera, pero no podía evitarlo. La observé cuidadosamente. Es tan perfecta. A pesar de que a veces tiene un humor de perros, siempre sabe controlarse y no perder los estribos y eso es exactamente lo que yo necesito. Alguien que me tranquilice cuando me enloquezco. Sé y estoy seguro que ella no puede dormir. Lo noto. Noto que cuando viene de casa de Mike está más descansada. Y espero que sea porque él la cuida y luego se va... porque siendo honesto, me emputa de una manera monumental que Mike sea tan cercano hacia ella. A veces me dan ganas de molerle la maldita cara asquerosa que tiene. Estúpido, niño bonito de papi.

"___ también es una niña de mami..." me recordó mi conciencia. No. Era completamente diferente. Ella no es apegada a sus padres, he podido notarlo. Dios, y ¿qué hay con la vez que la llamé y estaba llorando? La curiosidad me carcomía, pero estoy seguro que no me iba a decir. A veces siento que la única manera en la que voy a poder llamar su atención es siendo atorrante o algo así. Pasé mis manos por su sedoso cabello y sonreí al sentir que estaba enredado. Extraño, pero era muy tierno. Me parecía extremadamente dulce. Así como una niña pequeña con todo el cabello revuelto, me parece adorable.

No me imagino si un día llego a estar con ella, -cosa que sé que no va a pasar- ella nunca se enamoraría de alguien como yo. Soy demasiado salvaje. No pienso lo que digo. Tal vez en uno de mis momentos de furia y con un movimiento de la mano, podría lastimarla y dejarle un moretón. Ella tiene una piel tan blanca, que a veces siento que va a romperse. Y su cuerpo... últimamente estaba tan delgada. Amo sus curvas. Me encanta que no sea como una tabla de planchar, así como lo son todas las demás de la escuela. Ella casi no come, y cree que nadie lo nota, pero yo lo noto. Claro que lo noto.

De pronto, la pequeña cosa que tenía entre mis brazos comenzó a retorcerse e interrumpió mis profundos pensamientos para luego tallar sus ojos y abrirlos. Me hice el dormido. Aunque creo que se notaba que estaba mintiendo, ya que tenía una leve sonrisa en la cara.

- Sé que estás despierto... - dijo con una voz ronca. Mis brazos aún estaban firmemente alrededor de ella y yo abrí los ojos juguetonamente. Ella me miró incómoda. Claro, no sentía nada por mí y yo abrazándola mínimo fuera mi novia. La solté suavemente y ella se alejó agradeciéndome con la mirada.

Nos quedamos un momento en silencio. Yo miraba toda su habitación, ya que nunca había estado aquí y ella miraba a un punto fijo que no se qué era ni dónde estaba.

- ¿Tuviste pesadillas? – pregunté tratando de demostrar desinterés. Ella negó con la cabeza.

- Es la primera vez en mucho tiempo que duermo sin interrupciones... Gracias Jimin. – puse sentir que por primera vez en la vida, ella me había dicho gracias de verdad. Lo dijo con una sinceridad en sus ojos...

- Está bien. – me encogí de hombros mostrando desinterés. – Súper Jimin va a protegerte.

- Claaro. – dijo sarcásticamente para rodar los ojos.- Oye, Jimin, de verdad gracias por acompañarme y eso, pero apreciaría que no se lo dijeras a nadie. – fruncí el ceño. ¿Ella pensaba que yo iba a divulgarlo o algo así?

- Claro que no. – dije para suavizar la mirada. – Va a ser nuestro secreto. – le hice un coqueto guiñó y luego ella rodó los ojos, para luego canturrear un 'egocéntrico' y que a mí se me escapara una leve risilla. Se paró y se dirigió al clóset para buscar algo que ponerse. Luego de sacar la ropa, -que ni siquiera me di cuenta cuál era, estaba concentrado viéndola – se dirigió al baño y me miró. Supe que tenía que irme.

- Bueno, yo mejor me voy yendo. – ella asintió con una sonrisa algo falsa que no entendí. Pero, ¿quién entiende a las mujeres? Mejor ni me hago problema, porque si trato de entenderla, mi cabeza va a explotar. - ¿Puedo salir por la puerta de al frente, o...?

- No, no, no. – se apresuró a decir ___, como si fuera algún pecado. – Siempre por la ventana. – asentí algo confundido, pero preferí no preguntar. Me acerqué a ___ y como le llevo una cabeza – a pesar de que ella es relativamente alta – sacudí su cabello como si fuera una niña pequeña. Ella gruñó graciosamente y luego de despedirse de mí con un sencillo 'adiós' entró al baño. Salí por la ventana y luego de asegurar mi agarre en la rama, salté hacia el piso, asegurándome que mi caída no doliera tanto y de doblar un poco las rodillas.

Llámenlo coincidencia, pero no creo que la llamada en mi celular se haya marcado sólo por accidente.

___'s POV.

Bueno, al menos había podido dormir. Se me hizo realmente extraño que a pesar de que lo odio, haya podido dormir bien. ¿Qué digo? Extremadamente bien. Era mi primera vez durmiendo con alguien y pensándolo bien, fui muy jodidamente raro. Es que si ustedes pudieran sentir lo que yo siento al tener pesadillas y esos ataques... es horrible. No, horrible le queda corto. Espantoso, horrendo, y todos los sinónimos que puedas encontrar en internet. Ahora tenía otra preocupación en la mente, ¿qué pasaba si Jimin le decía a la gente en la escuela? Bueno, en verdad, lo dudo muchísimo. Tampoco le convenía, porque todos los rumores iban a caerle en banda y no pararían de atacarlo. Sus estúpidas fans, todas en la escuela lo veían como un pedazo de carne. Qué tonto, mínimo Jimin es el único hombre guapo en la escuela. Luego de vestirme, las empleadas insistieron en que yo tomara desayuno. Joder, ¿querían hacerme reventar? Acepté que me lo pusieran en una bolsa y luego caminé hacia mi carro, escuchando el sonido de mis hermosos Louboutins , mis lindos bebés. Solté una sarta de improperios al pegarme la rodilla contra el carro. Tenía que parar de ser tan descuidada. Literalmente, había escuchado el sonido de la lata contra mis huesos. Luego de seguir soltando maldiciones a diestra y siniestra, me monté al carro y vi la estúpida rosa en el asiento del conductor. Gruñí y la tiré al piso, cerrando la puerta luego de eso. ¿Quién coño sería? No estoy para esos jueguitos.

Manejé. ¿Por qué la gente manejaba tan mal? Literalmente, hoy evité como cuatro choques. Qué coincidencia y todos eran hombres. Para lo único que sirven es para ganar plata y tratar bien a las mujeres. Y en mi caso, cuidarme de las pesadillas.

Llegué a la escuela y bajé con la bolsa de comida para acercarme al basurero más cercano y depositarla ahí. Estoy segura que esas empleadas me odian y quieren verme engordar. Afirmé mi bolsa BCB Mega Max Azria de cuero y caminé con paso firme hacia la puerta del purgatorio.

Seguí caminando hacia mi casillero, agradeciéndole interiormente a Dios que hoy es viernes y que lo único malo de mi día era la escuela y que iba a tener que ver a Jimin. Digo, Park. Abrí mi casillero y notas de diferentes tonos rosados salieron cayendo de él. Di un gruñido de frustración y las tomé guardándolas en mi maleta y diciéndome a mi misma que no tenía tiempo para ver esto. Tengo demasiadas cosas en la mente. Saqué mi libro de biología y comencé a sacar una que otra cosa que necesitaría.

- Qué guapa estás hoy. – soltó la voz masculina atrás mío. Al reconocerla, sonreí y me volteé.

- Hola, Mikesin. Tú también estás guapo hoy. – regalándole un guiño, me volteé para cerrar la puerta de mi casillero. Dando un giro de 180° quedé cara a cara con él y me regaló una de sus lindas sonrisas que siempre hacían que las nubes grises de mis días se fueran. Comenzamos a caminar hacia nuestra primera clase, -ya que quedamos en casi todas juntas- burlándonos de nosotros.

Es que con él, con Mike, con mi hermano... podía ser yo misma sin preocuparme de qué pensara.

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