Capítulo 13

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Oh baby, just take me to paradise .



100, 110, 120... la flecha roja indicaba que mi carro iba cada vez más rápido. Calmándome mentalmente, sabiendo que mis padres no iban a querer mantenerme en el hospital y cuidar de mí, poco a poco fui bajando la velocidad. En ese momento, estaba pensando en todo y al mismo tiempo, en nada. ¿Qué se supone que debo pensar? Soy una persona que no vale nada y no le importa a nadie. Sin embargo, yo amo a mis padres. Los amo con toda mi alma y mi corazón, por el simple hecho de que son mis padres. No puedo no-quererlos. Nadie puede 'no-querer' a las personas que les dieron la vida y los mantienen. A pesar de que sean unos insensibles. Estacioné el carro cerca de un bosque que había a la mitad de la carretera.

Lo sé, cualquiera persona normal nunca haría eso porque tendría miedo que la secuestren o algo así.

Yo no.

Caminé a paso relajado y miré mi reloj de Michael Kors. 3:00 p.m. El sol estaba tan delicioso, que estuve a punto de tirarme al césped a dormir. Bueno, no hay nadie por aquí, no veo nada raro. Y tampoco creo que nadie pueda entrar. Seguí caminando por unos quince minutos más hasta que me adentré más en el bosque. Era como... el paraíso. El jardín del Edén. Todo estaba tan perfecto, tan tranquilo... el viento acariciaba mi cabello, haciendo que se esparciera por toda mi cara. Me quité las sandalias y las tomé en la mano para caminar descalza. Era como caminar sobre las nubes. No había ni un solo mosquito o algo parecido que perturbara mi paz. Era como si todos mis problemas abruptamente, se hubieran quedado en el auto. Era como si fuera otro yo.

Me senté en el cómodo césped y puse mi cabeza en el tronco de un árbol. Estaba tan cómoda, que cerré los ojos sólo por unos minutos.

Lo último que sentí, fue el viento acariciando mi cabello y mi cara.

Jimin's POV.

¿Dónde *beep* estaba ___? ¿Se habrá enojado por lo de la pelea con Mike? Um, bueno, no creo. O tal vez sí.
Mierda, ¿por qué las mujeres son tan complicadas?

El 25% de mí, decía que ella estaba enojada. El otro 25% decía que se le había olvidado y el 25% restante, me decía a mi mismo que me odiaba y no quería verme. Bueno, estoy seguro de que eso es verdad. Ah sí, y el otro 25% me decía que le había pasado algo. Aunque no creo.

___, ___, ___... ¿dónde coño te metiste?

Ya la había llamado dos veces y mi orgullo no alcanzaba para una tercera vez. Frustrado, me senté en el sofá y prendí la televisión, ni siquiera prestándole atención.

Cuando por fin estaba comenzando a interesarme en el programa, el sonido de mi celular me interrumpió. Lo tomé y vi que el número no estaba registrado.

- ¿Aló?

- Park. – gruñó una asquerosa voz que me era familiar. Mike.

- ¿Qué quieres? – escupí.

- ¿___ está contigo? – dijo casi preocupado. Fruncí el ceño.

- ¿____? – repetí como un idiota. – No. – Michael maldijo por lo bajo. - ¿Qué pasó?

- Joder, que su madre me ha llamado diciendo que no sabe dónde está. No aparece. No está en su casa, tampoco.

- ¿Tú no sabes? – pregunté como imbécil.

- Claro, por eso te llamo. – respondió el estúpido con sarcasmo. – Si sabes algo de ella, dile que me llame.

- Tú igual. – escupí y cerré el teléfono, tirándolo en alguna parte. Estúpido Mike. Lo odio. Odio que sea tan cercano a ____.

Dejando a un lado al gilipollas, me concentré en la única cosa que importaba en ese momento.

____.

____'s POV.

Volví a sentir un viento que me hizo estremecer. Me revolví, dándome cuenta de dónde estaba. Sorprendida por que me había quedado dormida, miré la hora. 6:00 p.m. Ya estaba comenzando a oscurecer y es obvio que no sería nada bueno quedarse a oscuras en un lugar así.

Aún teniendo mis pies adormecidos, comencé a caminar hacia mi carro. 20 minutos en llegar. A este paso, ya casi todo estaba oscuro.Por supuesto, estábamos en pleno invierno. Luego de apretar la alarma de mi bebé, abrí la puerta y me adentré en él. Al cerrarla, tranqué todas las puertas y las ventanas, como loca esquizofrénica que soy.

Acordándome de que tenía mi celular en la guantera, lo tomé, llevándome tremenda sorpresa.

10 llamadas perdidas de Jimin Park.

17 llamadas perdidas de Mike.

23 llamadas perdidas de mamá.

Estoy. Tan. Muerta.

Alguien máteme ahora, porque si no lo hacen ustedes, lo harán ellos.

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