Capítulo 20

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A mother is a daughters best friend. A mother is one of the most beautiful gifts this world has to give .

- Hola mami. – murmuré como una bebé, al entrar a la casa. Estaba sentada en el sofá, trabajando y con ojeras. Me dolía verla así. A pesar de todo, la amo con mi vida.

- ¡Estaba preocupada, ___! – exclamó parándose de la silla. Ya había preparado las excusas mentalmente.

- Lo siento. De verdad. – traté de sonar arrepentida. – Es que con Brit se nos hizo súper tarde con un trabajo de la escuela. Vale como la mitad de la nota final, no tenía sentido que me regresara tan tarde... — Mi mamá asintió.

- Ven y salúdame cómo se debe. – fruncí el ceño. ¿Saludarla? Acababa de hacerlo.

- ¿Cómo? Acabo de decirte hola. – espeté confundida. Ella frunció el ceño.

- Dame un beso y un abrazo. – dijo sonriendo. Sentí cómo mi estómago daba un pequeño gorgoteo. Sonreí inconscientemente. Reí y me acerqué a ella, besando su mejilla ruidosamente, luego la abracé.

- ¿Por qué me pides eso?

- ¿No le puedo decir a mi hija que me abrace? – sonrió. Por ende, sonreí yo también. Me abrazó fuertemente y sentí ganas de llorar. – Estaba preocupada ayer cuando te perdiste en el carro. – agregó preocupada... me gustaba. - ¿Necesitas que te instalemos un GPS?

- No, no. – me precipité a contestar. – Fue sólo tontería mía de no prestar atención a dónde iba. – dije entre sus brazos. Tenía unas condenadas ganas de llorar. Amaba que me abrazara. Sus abrazos eran los mejores del mundo. Amaba cuando me rodeaba con sus brazos, aunque lo hacía muy pocas veces, siempre me hacía sentir como su bebé. Como si yo le importara. Me hacía sentir como si nadie pudiera hacerme daño, porque ella estaba allí. Mami iba a cuidar de mí. La quiero tanto, tanto, aunque ella me ignore.

Inconscientemente, ella hace un montón de cosas por mí.

La cosa es que yo soy tan estúpida que no se agradecerlas.

***

- Vamos Brit, cúbreme. – rogué.

- Voy a cubrirte, barbie. Sólo necesito que me digas dónde estabas. – dijo mientras tomaba un malvavisco y lo enterraba en el pote de Nutella. Estiré mis pies y me traqueé el tobillo para luego recostarme en la cama.

- Ya te dije. Me perdí a la mitad de la carretera y pasé la noche en un hotel. – repetí por décima vez. Que me crea, que me crea.

- Hmm, está bien. Voy a creerte, barbs, espero que no me mientas. – murmuró riendo. Negué divertidamente con la cabeza. Me daba risa cuando me decía Barbie, porque según ella, tengo el cuerpo de una. Escupí el agua en su cara cuando me dijo eso, explotando en risas. Ni en un millón de años. Nos acomodamos en mi cama, con toda la comida alrededor, viendo Pretty Little Liars. Mi mente aún estaba en lo de mi mamá. ¡Ella en serio me quería!

- Barbie, tu celular está sonando. – murmuró preocupada, ya que estaba al lado mío y no lo escuchaba. Best I Ever Had de Drake, comenzó a sonar en mis oídos una vez que los conecté a mi cerebro.

- ¿Aló? – contesté distraída. Tomé un malvavisco y lo puse en mi boca, masticando como cerda. Bah, no importa, nadie me está viendo.

- ____. – sonó por el auricular. Reconocí la voz al instante. – Mañana tenemos que adelantar con el trabajo. Estamos demasiado atrasados.

- Lo sé. – reconocí. – Mañana en mi casa a las 4. – espero que no haya nadie, porque si no, se forma el verguero.

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