Entrada 3

9 3 0
                                    


Hoy es 3 de Abril, 2016

Hoy cumplo 17 años de edad.

Hoy fue quizás el cumpleaños más triste de mi vida.

Todo el día estuve ocupado. Desde auxiliar a mis padres en lo que me pedían, como ayudar a mi hermano arreglar el auto de nuestros padres que rara vez utilizábamos por siempre tomar el transporte público y ese carro solo servía cuando salíamos de viaje. Que, nuevamente, era rara vez.

Estuve estudiando para mis exámenes de primavera tanto de manera individual como con mis compañeros de salón, reunidos en casa de uno de ellos. Cada quien explicando un tema y apoyándonos resolviendo las dudas que teníamos.

Después de eso utilicé el resto de mi tiempo libre para ir al estudio de danza y ensayar hasta que fuese tarde. Después de varias tareas, quería un tiempo para mí. Al principio solo me acosté en el suelo, escuchando el retumbar de mi corazón y ser consciente de mi respiración profunda. Mi mirada daba hacia el techo y trataba de despejar mi mente.

17 años de edad. 

Cada año es lo mismo. Me estreso por cumplir un año más, significando que debo de crecer como persona, debo ser alguien y debo ser un adulto acorde, cumpliendo expectativas ajenas.

Cuando mi cuerpo estaba agotado, fue cuando por fin decidí volver a casa. Por lo tarde que era, no contaba con lo que sucedería después.

Ahí estaban mis compañeros de baile, sorprendiéndome con un pastel del personaje Pororo. Todos me cantaban mientras uno de ellos me ponía un sombrerito de cumpleaños y otro trataba de embarrarme betún en la cara. Me sentí tan conmovido por el gesto.

A pesar de estar cansado y ser altas horas de la noche, ahí estaban, en mi casa recibiéndome con mucha energía que ya no sentí mi cuerpo romperse en pedazos por el cansancio. Al final, lograron su cometido y terminé con la cara llena de betún.

Los chicos pasaron un rato en casa, comiendo y hablando. Fue agradable. Me sentí tan lleno y no por el pastel.

Dear Diary | El diario de SeonghwaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora