Algo que no es matemática

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Contar números no es matemáticas, siempre tuve facilidad con ellas, me he llevado bien con la lógica y las fórmulas, con los códigos y la poesía, con los besos y las canciones, pero con una cosa no he sabido llevarme bien o ser asertivo, con las emociones.


Contar números es fácil, ir del cero al cinco, o del cero al diez y volver al cero, seguir subiendo, hacer escalas, lo que pasa entre cero y diez es otra cosa.

Cinco, curiosamente te conocí pensando en más de cinco formas de acercarme a ti, superamos tres, siempre supe que serías importante, siempre supe que serías tinta inacabable, lo que no sabía es que serías más que importante, mis ganas de cruzar el mundo, que no serías tinta inacabable, si no imborrable.

Sé que no he llegado hasta acá para volver a cero, quiero ser mejor contigo que con las matemáticas y la lógica, porque contigo no existen tales cosas.

Contigo el tiempo pierde sus agujas, cuando me quedo en silencio, taciturno y viendo el horizonte sin contemplar segundos, te veo, como una imagen constante, entonces sonríes y me traes a tierra, miro el calendario y sé que tú, en mi, has desafiado cada día el espacio y tiempo.

Feliz vida entera, porque sé que este tiempo pudo haber sido la vida entera de un neonato, o de un anciano que vive sus últimos días porque unos meses antes de dió cuenta de que jamás había vivido, ese anciano soy yo, este neonato que estoy pariendo para vivirte, soy yo.


Dalí del Exilio

El habitanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora