Emociones que trascienden, conceptos que en teoría he escuchado incontables veces, descritos por Gurús, sacerdotes, yoguis, los que pasean por la vida buscando siempre algo que va más allá del cuerpo y les convierte en una especie de deidad. Individualmente las he experimentado sin hacer alarde de ellas, en la soledad y lejos de los libros de autoayuda descubro emociones arcaicas y prehistóricas en mí.
He perdido mucho tiempo y letras buscando una definición del amor, de la vida y todos los mares existenciales que me han consumido desde que tengo uso de razón, no recuerdo haber sido niña, niño, mis pensamientos han vagado siempre como si fuesen nubes las que se les busca forma.
Descubrí hace no tanto que las emociones que trascienden no pueden conseguir explicación, más que en si mismas, pero cuando me vi en ti, como un espejo y descubrí que realmente puedes verme y emocionarte por ello, porque pudiste entrar en mi como un fantasma que puede atravesar paredes de piedra en las películas, todo lo que yo creía de la vida tomó sentido.
Hay algo en las almas que sabe conversar sin palabras, sin barreras, que no necesita un beso o una caricia, ese algo hace que sean tan insignificantes nuestras células que una corriente de energía puede volar de un continente a otro en un pensamiento, un algo que me hizo cuestionar mis creencias, mi existencia, mi verdadera permanencia.
Desde esa noche, a la luz de la vela, cuando me sentí completamente transparente ante ti, me conocí tanto que ya no sentí por unos segundos, miedo de mí, vi un reflejo tan hermoso en tu mirada que aprendí a llorar sin ninguna tristeza, me hice una gota entera de lluvia que pudo hacer su viaje del océano a la nube y volver a su mar en un instante y sólo ser.
Yo no sé si te amo, si eso se llama amor, después de eso y esta emoción que trasciende, nada de lo que yo diga podrá compararse a un todo que aún no tiene nombre.
Dalí del Exilio
ESTÁS LEYENDO
El habitante
PoesiaColección de poesía con una mezcla de romanticismo, oscuridad, pasión y melancolía, algunos matices alegres se escapan, todo depende del habitante que ese día esté presente en mi mente llena de habitaciones, muchas de ellas, inexploradas. El habitan...