Hoseok; INC3ST0 ✓

CAP 16

—¡Golpéame, mátame, no voy a complacer tu maldita petición!

—¿Muy rudo he? — Yoon Gi volvió a meter el fierro en al fuego, haciéndolo arder hasta sacar pequeñas olas de vapor. Con sonrisa victoriosa y mirada contenta volvió a pegar el fierro en la piel de nuestro rehén. El hombre se retorció al sentir el fierro haciendo fuego en su piel, el artefacto sumergiéndose en la carne la cual se vuelve gelatina.

Los gritos agudos por el dolor que emana el chico, le saciaban a mi amigo. Su sonrisa lo decía todo.

¿Y qué puedo decir? A mí también.

Me encantaba escuchar sus quejas.

—¿¡Vas a hablar!?— Yoongi había perdido los estribos, su voz predominante me ponía la piel de gallina. Él, siempre vistiendo para la ocasión; los guantes especiales en sus manos y su casaca le hacía ver bien. Daba miedo, pánico, terror. Justo lo que él quería causar en los demás.

En sus víctimas.

Lo había atado de manos, y con cadenas oxidadas. Sus brazos colgaban desde arriba y su cuerpo caía débil ante el suelo. Su cabello yacía alborotado, la sangre le corría en la frente y el sudor en el cuerpo. Se veía más cansado que nada, y debo de admitirlo, por mi culpa estaba así. En este estado.

Que más daba.

Por una simple satisfacción de Taehyung.

Y una simple escena de celos. Upsi.

Yoongi le había atado de esa forma para hacerle sufrir, era lo que más quería, ver el sufrimiento ajeno. Lo había desnudado. Le había despojado de toda su ropa para dejar marcas en su piel, y que esto jamás lo olvidase. Que jamás olvidará al líder del narcomenudeo. Yoongi.

Yeri tenía derecho de amar a este hombre, que afortunada son algunas, oh, y aquí entra el pasado de Yoon Gi.

Empecemos por su lugar aquí, él se lo ha ganado sin ayuda o esfuerzo de nadie. Simplemente él había luchado por lo que tenía, carros, dinero, casas, países, mujeres y se lo merecía.

Aunque hablando de mujeres, sólo le importaba una. Nadie le hacía cambiar de parecer. No sé si eso era bueno o algo absurdo. Jamás me metía en sus problemas, y Yoongi no era de hablar y decir a todo el mundo como había obtenido lo que tenía.

Él entró solo a esto, sin nadie, su vida dependía de su autoestima el cual nunca tuvo. Dependía de salir de casa, y como se lo propuso, a la edad legal salió de su infierno para adentrarse a uno nuevo. Pero en este, él puede controlar las llamas e inclusive él puedo quemar a otros con tan solo un chasquido.

Sufrió tanto como nosotros. Y se superó, aún más que nosotros. Y eso me sorprendía. A todos en sí.

Su padre había abusado de él cuando tenía tan solo cuatro años, y haciéndole ver más mierda la vida; dejó que sus amigos lo hicieran mientras bebían un viernes por la tarde. Yoongi había pasado aún más que nosotros, había sufrido noches de depresión, de enojo, de furia.

De dolor. ¿Y saben qué?

Yeri siempre estuvo ahí. Siempre. Jamás le dejo. A pesar de que la trató mal, ella siempre seguía ahí. Y sigue aquí. ¿Y saben qué eso? Sí, amor.

Esos dos se aman tanto.

Aunque no se lo demostrarán. Aunque no se tratarán como las demás parejas. Ellos se amaban tan fuertemente que nadie sabía quién era el más preocupante. Se defendían de todo a muerte, incluso a sangre fría. ¿Qué cómo sé eso?

Hace dos años, Yeri vio que una tipa le coqueteó a su querido novio estando en un bar público, Yoongi obviamente estaba más que incómodo, pero jamás le dio la atención adecuada a la mujer. Pero si hablamos de mi amiga; debo decir que ella no dudo dos veces en correr a sacarle el arma a Nam Joon de su polera para cargarla y apuntarle a la cabeza de la chica. Tanto como Yoongi, Namjoon, Jin, Taehyung y yo quedamos pasmados ante su acto.