Hoseok; INC3ST0 ✓

CAP 13

Si hubiese algo que temiera a perder, fuera a este hombre. Y no hablo de perder aquel sentimiento que él, más que nadie, llama amor. Hablo de perder aquellos lujos que me daba, hablo de ya no obtener lo que quiero cuando quiera.

Mis tacones resonaban en el asfalto sucio dejando marcas, el tacón sonaba con aquel chillido enfadoso. Las mascullas de los chicos estaban de fondo por el lugar y el olor a marihuana llenaba nuestras fosas nasales con tanta penetración que podía disfrutarse desde aquel punto.

Las luces amarillas no daban gran parte a nuestra vista, pero debíamos de conformarnos con ellas. Habíamos llegado hace una hora y media, pero nos manteníamos alejados del perímetro. Estábamos detrás del bar esperando el buen momento para entrar, cada quien sabía lo que debía hacer y por si a alguien se le pasaba algo, nuestro líder estaba para ello.

—Bien, ya sabemos lo que debemos hacer, pero como todos son unos idiotas, voy a repetirlo—habló con ese brillo en los ojos, feliz por ver los billetes en sus manos. Su traje negro relucía en la oscuridad mientras sus hoyuelos lo hacían relucir con la luz amarilla. Se había arreglado de maravilla para dejar buena impresión frente a los mayores, tal y como él era, él mismo. Gracias a su insulto, Jungkook se quejó con enojo, cosa que pasamos e ignoramos—. Jungkook tu vigilaras la zona de casino, Taehyung estará a un costado vigilando los baños de mujeres. — mi novio frunció el ceño y yo reí ante ese puchero—. Soung tu irás conmigo.

—¿Qué? — las cejas de Taehyung se alzaron con arrogancia—. Estás de joda ¿Irás con mi novia mientras yo iré a oler un baño público? ¡Joder no! ¡Búscate la tuya hermano!

Taehyung se quejaba como un niño pequeño y su traje con corbata azul no me dejaba negar aquello. Jungkook comenzó a burlarse.

—Si Jin estuviese aquí esto no sería tan difícil—Namjoon había soltado aquello con sarcasmo, rogando al cielo por su vida—. Dejen de ser unos niños mimados y vayan a vigilar todo.

—¿Y tú irás con mi novia?

—Si Hermano, y va a follársela.

—¡Ahora si te doy!

—¡Paren ya! —bien, ser líder no era tan fácil después de todo, rodé los ojos por ver el gran drama que hacían estos dos, tenía esa gran molestia, y no por ellos, por mí. Usaba aquél vestido que Taehyung me había comprado para este día, era largo y pegado de color rojo. Remarcando la figura que a cualquier hombre le gustaba presumir. Odiaba esto—. Soung, ayuda ¿sí?

Ver sus ojos de cachorro rogándome era lo esencial para ayudarle. Antes de moverme reí por verle sufrir con aquellos dos. Hablando de Jin, él se mantenía dentro.

Hoy recibíamos a dos chicas de Canadá, que eran buenas presas y oro para nuestro negocio, esto era una oportunidad maravillosa. Pero claro, también había problemas. Nuestro lugar debía de estar al mando de todo, si los descuidábamos; nos quitaban nuestra mercancía. Así que Jin estaba dentro observando cualquier cosa sospechosa.

—Taehyung, cariño, déjate de ridiculeces, irás conmigo. — le tomé de la mano para alejarlo de su berrinche y él gustoso me siguió como perrito encontrándose con su madre, Jungkook siguió riendo mientras iba de la mano de Namjoon burlándose y sacándole la lengua a Taehyung mientras se alejaba por el corredizo. Lo lleve conmigo hasta llegar a la puerta que daba entrada al bar. Los tacones sonaban aún y eso me estaba fastidiando. Escuchaba los pasos de Taehyung detrás de mí.

—¿Ya dije que te ves hermosa? — Preguntó, sí, unos dos millones ochocientas cincuenta y cinco veces, ah, y se me pasaron unos millones más, era verdad, desde que salí de la habitación me lo había hecho saber y es que Taehyung era así, me decía lo bella que era para él, lo importante y maravillosa que era. Siempre me lo decía, jamás lo guardaba, además de que lo presumía.