CAP 12

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—¡Estas de joda!

—Eso quisiera.

Jin parecía haber perdido toda su paciencia.

—¡No, maldición, no! — habíamos pensado que todo podría ser una posible broma. Que las cosas que decía Jungkook podrían ser obra de sus juegos tontos, pero no, él ni siquiera tenía una sonrisa de burla.

—¡Tiene que ser una broma, joder!

—¡Si no cierran la boca, matarlos no será una broma! — no solo habían perdido la paciencia ellos, todos la estamos perdiendo. Éramos demasiado cuidadosos en las entregas.

—Estoy igual o peor que ustedes, tuve que actuar con naturalidad cuando me di cuenta de que me conocía, es muy egocéntrico y demasiado hábil.

—Dime, ¿le tienes un altar? — el sarcasmo se le daba bien a nuestro querido líder. Trataba de agilizar el ambiente y total, él siempre tenía un plan.

—¡Es que es jodidamente perfecto! — exclamó Jungkook tratando de no sonar tan exagerado—. Tiene todo lo que jamás hemos enfrentado. — sentenció con miedo, poniéndose de pie comenzó a dar vueltas en su sitio, así como un perro asustado.

Por mi parte no planeaba perder la cabeza, no en ese mismo instante claramente estaba. Tenía mis dudas en la punta del cerebro que casi me explota, si nuestro negocio se viene abajo, nuestras vidas también ya que por alguna razón solo dependemos de mujeres inútiles. Las cosas suelen pasar por alto cuando alguien más nos pilla haciendo algo, pero acabamos con su vida y con cualquier información que nos inquiete a nosotros.

—Bien, no hay que perder la jodida cabeza, ¡maldición, creo que ya la perdí, no la siento! ¡No la siento! — bien, tal vez Namjoon si estaba perdiendo la cabeza.

—Pensemos esto— mi chico tomó el poderío del asunto, se puso de pie y arregló su ropa. Puedo jurar que la esencia de Kim Taehyung es única, el tan sólo verlo hacer un gesto me hace temblar en cualquier sentido, no puedo distinguir la satisfacción que siento al verle—, si el hombre sabe de nosotros ya hubiese venido a dar su primer ataque. — su voz sonó segura y eso hizo calmar a todos.

—¿Y si está buscando una armada grande para el mejor ataque? — ¿Ya había dicho que nuestro líder había perdido la cabeza? —. Somos el narcomenudeo más buscado, ¿y sabes por qué? Simple; somos ágiles y no dejamos pistas para tener a holgazanes oliendo nuestros pies. — su rostro comenzaba a tensarse y su voz se producía rasposa.

—No quiero sonar muy atrevido, pero Hermano, ¿Y si lo matamos? Y todos le ceñimos el rostro a Jungkook quien echó los hombros con inocencia.

Debo admitir que por esta vez el niño mimado tiene razón.

—Soung, por favor.

Le interrumpí con total positivismo.

—Si lo hacemos desaparecer todo acaba, tienen el negocio a flote y hola billetes, ¡fin! Bien, ¿dónde están las armas?

—Cariño, el chico es muy hábil, no creo que sea tan idiota de andar solo por ahí, y más ahora que hemos matado a su armada— Taehyung se acercó a mí para tomar de mi cintura y dejar un beso en mejilla derecha—. Y no quiero que mi nena se vuelva a manchar las manos.

—¿Ya puedo irme a follar?

—Aprieta la polla. Debemos de ir por dos chicas al bar está noche. Programé esto desde hace un tiempo con Yoon Gi, debemos de ser más cuidadosos habrá gente importante, venderemos marihuana hasta por los codos. — y como si nada hubiese pasado nuestro líder ahora festejaba como si los dólares ya estuvieran en su bolsillo.

Los chicos cambiaron ese aura de infidelidad por esos signos de dinero en sus pupilas. Esta noche debíamos de ser cuidadosos, sutiles y traicioneros. Me refugio en los brazos de Taehyung antes de pasar a nuestras obligaciones generales.

Los chicos sin decir más sé que tomarían caminos diferentes, aquello que había dicho el pequeño era solo una distracción, lidiaremos con ello.

—Creo que hoy no volverás a casa de nuevo ¿cierto? — los labios de Taehyung iban directo a los míos.

Chille cuando una de sus manos apretó mi cintura para dejarnos caer en el sofá que habíamos ocupado antes.

—Una semana es suficiente para decir, adiós casa y maldita vida de mier... Taehyung se vio decidido a interrumpirme con aquella sonrisa que me derretía.

—Modera esa boquita sucia que tienes. — una de sus manos pasó a sostener mi barbilla y pasó uno de sus largos dedos por mis labios.

—Modérala tú.

—Será un placer.

—¡En el sofá no!

—¡Cierra la boca Jin! 

Hoseok; INC3ST0 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora