CAP 24

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Las cosas pasan por algo y en ocasiones no nos damos a la tarea de investigar el porqué de ellas, y ese es nuestro problema.

—¡Ah, Jungkook!

—¡Noona, maldición, deja de mi moverte!—me grita pero por más que lo intento, no puedo, simplemente no puedo con ello.

—¡Joder, Jungkook!—chillo, siguiendo con mis alaridos y quejidos—. ¡Ahí, maldición, ahí! ¡No pares, no pares!

—¡Nonna, cierra la maldita boca, si alguien nos escucha vas a meterme en problemas!—se queja, y entiendo lo que dice, si Taehyung nos ve, nos mutilará a los dos.

Contengo un chillido mordiendo un poco de mis labios haciendo que duele más de lo normal.

—. Me estoy metiendo en un gran problema, Nonna, ¿lo entiendes verdad?— asiento con la cabeza mientras mi cuerpo se contrae—, si Taehyung nos descubre; todo acaba.

—Entonces, que valga la pena—se ve sobresaltado en su lugar cuando escucha mis palabras, estábamos metiéndonos en grandes problemas. Tomo de sus manos para llevarlas aún más cerca de mi cuerpo, se tensa al ver que reacciono a su tacto—. Ahí, justo ahí, y no pares, aunque me quejé.

—Noona...

—Sólo hazlo—le ordeno, sin decirme más continúa con lo que estábamos. Se acomoda en su lugar para no lastimar de mi cuerpo y yo tomo de mis cabellos para halarlos cuando él haga lo suyo, joder, estoy nerviosa y mi cuerpo tiembla. Su acto me tensa y le veo a los ojos—. ¿Qué pasa?

—Toma de mi mano cuando yo...—el nerviosismo invade su hablar.

—Lo haré—le sonrió y paso una de mis manos a las suyas para sostenerlas, tengo miedo y él puede notarlo—. Deja de lloriquear y cura esa maldita herida.

Sin dejarme decir más, Jungkook pasa las gasas por la parte afectada de mi cuerpo, el alcohol hace que mi cuerpo se alarme y al instante grito del dolor, es como echarle sal a una herida.

Aprieto su mano para calmar un poco el dolor y él responde a mi tacto haciendo lo mismo, la aprieta de igual manera. Cierro los ojos con fuerza cuando vuelve a pasar la gasa en la herida, bufo, chillo y pataleo un poco, las lágrimas quieren salir y la brusquedad de Jungkook no me ayuda.

—Ya casi Nonna, no seas marica, aguanta un poco más, sólo pongo la venda y ya está. Pero antes de responder, el agua oxigenada hace de las suyas y me sorprende el que no me avisará.

—¡Hijo de put...!— pero me detengo al ver que la figura masculina de mi novio entra a la habitación, su ceño se frunce y Jungkook venda rápido mi herida en la pierna derecha, que para este momento ya no se veía en mal estado, mi carne estaba limpia pero mi novio estaba cabreado.

Upsi.

—¡Maldita sea, Soung, te dije que iríamos con un médico, Jungkook no es primeros auxilios! — se acerca a nosotros con aquél enfado que corre por sus venas, y la instante Jungkook se posiciona detrás de mí huyendo y usándome como escudo—. Si idiota, usa a mi novia como Bulletproof boy, ahora, voy a matarte, te dije que no la tocaras, imbécil, ven aquí.

—¡No Hermano, por favor, quiero vivir! — ¿En verdad somos el narcomenudeo más grande de Corea del sur, y Kim Taehyung es el líder? Jungkook brinca en el colchón donde me encuentro haciendo que mi cuerpo rebote y de igual manera lo sigue Taehyung—. ¡Aún no cumplo mis sueños eróticos, no me mates, por favor!

—¡Te dije que no la tocaras, idiota, te lo dije!

Y tal vez luego de la tormenta venía un lindo Arcoíris, aunque no durase mucho. No mucho.

Hoseok; INC3ST0 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora