Cuando Ale dijo que estaría conmigo los siguientes tres días como mi sombra lo dijo en serio, los siguientes dos días estuvimos almorzando por fuera de casa en diferentes restaurantes y no puedo decir cuál me ha servido la mejor comida, aunque Ale insiste que el primero al que me llevo.
Me entregó dos tarjetas de crédito que solo pueden tener muy pocas personas en el mundo y las guarde tan bien para que nunca se me pierdan.
—¿Entonces te dijo que iba a mandar por nosotras? —pregunta mi hermana.
Hace un rato le hice una videollamada para poder verla y en cuanto vio mi brazo vendado se horrorizó porque creyó que la herida no era tan grave.
—Dijo que hará lo posible, ¿no crees que está haciendo mucho?
—No está haciendo algo del otro mundo, cuando robe un banco o mate a alguien por ti, ahí si dijere que está haciendo mucho.
—Emma —protesto al escucharla—. No deberías pensar así.
—Mi hermosa hermana, ¿sabes que llevarnos a Sicilia le sale más barato que los zapatos que lleva puestos?
—Tal vez mande por ustedes en su jet.
—Saldría aún más económico —se ríe al verme poner los ojos en blanco.
—¿Cómo está mamá? No he podido hablar con ella.
—Ayer estuve en la mansión, papá está como loco porque Alessandro le negó su ayuda.
—¿Crees que debería hablar con él? —Sé que no debo meterme en los asuntos de ellos, pero tal vez si hablo con Alessandro él pueda darle su ayuda a papá.
—No, papá se lo busco, al parecer está traficando con niños.
Jadeo al escucharla, se suponía que eso estaba prohibido para ellos. No niños ni mujeres, es el lema que siempre le escuche decir a papá. ¿Por qué decidió traficar con niños?
—No hay nada comprobado, pero Alonzo dice que papá está trabajando con la mafia israelí y si eso es verdad, papá estará en graves problemas.
—¿No te preocupa? —pregunto.
—Claro que me preocupa, es nuestro padre, independientemente de lo que está haciendo.
—Alessandro no ha mencionado nada.
—No creo que mencione algo del trabajo junto a ti, Alonzo apenas y menciona algo frente a mí.
Sé la posición que tengo como esposa, pero sí me gustaría saber qué está pasando con mi padre, ya que todo eso involucra a mi madre y a Eduardo y no quiero que nada les pase.
—No me respondiste, ¿cómo está mamá?
—Bien, supongo, te extraña mucho, pero papá le impide comunicarse contigo, dice que ya no eres de la familia.
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El Contrato. © [EN PROCESO]
RomanceTercer libro de la serie amores de la mafia [EN PROCESO] Crecer como la hija de uno de los capos de Italia solo tiene una ventaja -tener un matrimonio asegurado-, y para mí no es una ventaja porque tener matrimonios concertados solo te convierte en...