Kanroji se quedó sin palabras ante ese halago, y sin pensarlo dos veces, quizás por la desesperación interior que tenía sobre los 6 años de vida que le quedaban, o quizás la adrenalina de haber sacado aquel tema de conversación, se sintió lo suficientemente valiente como para atreverse a decir algo que jamás se imaginó.
— ¡Entonces tengamos una cita Iguro!
Obanai se quedó en silencio, impactado por aquella invitación tan abrupta. Su corazón se llegó a acelerar un poco, y se sintió un poco extraño, pero era imposible negarse ante una petición así.
— Ah, está bien.— Respondió hablando bajo, estaba bastante avergonzado, nunca había tenido una cita antes.
Mitsuri sonrió ampliamente al escuchar aquella respuesta, sintiéndose emocionada de manera inmediata, pero a la vez muy nerviosa sin tener idea alguna de que podrían hacer.
La abuelita, que escuchaba todo entre sonrisas decidió acercarse para hacer una pequeña sugerencia.
— Esta noche en el pueblo harán un festival por el verano, sería un lindo lugar para una cita.— Comentó alegremente.
— Entonces allá iremos ¿Te parece?
Iguro asintió, algo apenado.
Una vez terminaron de comer debían de retirarse, Iguro le prometió que pasaría por ella al atardecer, Mitsuri aceptó, y sin saber que hacer, decidió ir a la finca Mariposa a pedirle ayuda a Shinobu o a las chicas que allí se encontraban.
— ... ¡Y eso fue lo que pasó! No sé como debería arreglarme para una cita, es la primera vez que tengo una que no es para un matrimonio arreglado y y... ¿Como puedo hacer para verme mejor?
Mitsuri hablaba con nervios, moviendo sus brazos mientras explicaba la situación a Shinobu, Kanao y a Aoi, que la escuchaban con atención.
— Solo tienes que ser tu misma, Obanai te acepta tal y como eres Mitsuri.— Respondió Shinobu con una pequeña sonrisa reconfortante.
Kanao ladeó la cabeza, realmente no tenía idea de que consejo podría dar, o si quiera si podía opinar sobre ello, no era algo que ella supiera.
— ¿Una cita? Hmm, normalmente son para concertar matrimonio ¿No? ¿Pero, no será esta como las otras veces que salen juntos? — Preguntó Aoi.
— Bueno, en eso tienes razón, siempre salimos juntos sin esperar nada... ¿Como se diferenciará esta salida de las otras ocasiones?— Mitsuri estaba alterada.
— Quizás puedas empezar por usar algo diferente al uniforme de siempre, usar algo distinto que resalte tu belleza natural.— Sugirió Shinobu.
— Un kimono sería lo ideal si es un festival de verano.— Dijo Aoi. — Y quizás un peinado diferente haga la ocasión más especial.
Kanao tuvo una pequeña idea que Murmuró.
— ¿Y si le prestamos un kimono de Kanae nee-san?
Mitsuri rápidamente se negó nerviosa.
— ¡No podría! Es algo de su hermana mayor, no puedo usar algo de ella...
Shinobu aunque era muy protectora con las cosas de su hermana, sonrió de manera sincera, con un poco de tristeza.
— Está bien, seguro a ella no le importaría, además sería lindo ver alguno de sus kimonos en uso.
Tras llegar al acuerdo, las tres chicas mariposas decidieron arreglar a Mitsuri para su cita.
Shinobu buscó algún kimono de Kanae, todos tenían temática de mariposa y de flores, pero el que eligió fue uno verde claro con un degradé en rosa, similar al cabello de Mitsuri, con diseño de flores de cerezo y algunas mariposas, era un kimono precioso que seguro luciría hermoso en alguien como su amiga.
Aoi y Shinobu vistieron a Mitsuri, con el kimono, mientras que Kanao acomodaba las trenzas de siempre en un lindo tocado de mariposas, recogiendole el cabello de forma elegante, sin duda, parecía una dama de la alta sociedad con aquellas prendas tan arregladas.
— Te ves preciosa.— Sonrió Shinobu, que le entregaba la katana a Mitsuri.
— ¿Eh? ¿Quieres que lleve mi katana a la cita?
— Nunca se sabe si aparecen demonios en un lugar tan concurrido como un festival, puede ser peligroso que vayas desprevenida.— Dijo Shinobu.
— O que la cita salga mal y debas atacar a Obanai.— Dijo Aoi bromeando.
— Gracias chicas.— Sonrió Mitsuri, colocándose la katana en la cintura.
Mientras tanto...
Obanai no estaba muy seguro de como debería ir, y pedirle consejo a su único amigo; Sanemi no era una opción. Era más que seguro que se le reiría en la cara para molestarlo.
Pensó en ir con su uniforme de siempre, pero Kaburamaru le dio un pequeño mordisco en el uniforme cuando estuvo a punto de salir.— Hm, no quieres que use uniforme en la cita ¿Verdad?
Kaburamaru asintió.
Obanai suspiró, y fue a buscar entre su ropa algo que pudiese usar para la cita, guiándose por el gusto de Kaburamaru, que hisseaba con molestia cuando algo no le gustaba.
Finalmente se decidió por usar un yukata de color azul marino, nada peculiar o muy llamativo, y decidió atarse el cabello en una coleta.
Se quedó mirando su katana antes de salir, y decidió llevarla también bajo su haori que colocó sobre sus hombros.No podía arriesgarse a estar desarmado, nunca se sabía que podría ocurrir. Le dio una caricia a Kaburamaru con el índice.
— ¿Estás listo? Porque yo no.— Suspiró, antes de ir a la finca mariposa donde sabía que estaría Mitsuri.
Una vez llegó se encontró en la entrada a Mitsuri, quedando sin palabras, aturdido por aquella belleza que se encontraba frente a sus ojos.
Se quedó observándola de pies a cabeza, sintiendo su corazón acelerarse, no solía verla sin él uniforme, y pensar que se había vestido de manera tan elegante solo para él era algo que le hacía sonrojar.— ¿Como me veo? — Preguntó Mitsuri un poco tímida por la fija mirada del pelinegro.
— Te ves... Muy bonita.— Kaburamaru asintió también, él tuvo que tragar saliva.
Un poco dudoso, Iguro acercó su brazo para que Mitsuri lo agarrara, esta rápidamente entendió, y abrazó con el suyo el brazo contrario, presionandolo ligeramente contra su pecho.
Iguro sintió escalofríos en todo su cuerpo, pero mantenía su rostro calmado.
— Vamos entonces.— Dijo Iguro despidiéndose con la otra mano de las chicas que miraban desde la entrada con una sonrisa.
Esta sería una noche larga.
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El cuidado del romance [Obamitsu]
FanfictionTras vencer a la Cuarta Luna, Mitsuri se encuentra herida en la finca Mariposa, e Iguro la cuidara, lo cual hará que sentimientos florezcan antes de la batalla final.