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Taehyung cortó más sandía para los otros dos, que se sentaron en la cocina para que pudieran pasar tiempo juntos, aunque esta vez todo era diferente porque Jimin y Taehyung se miraban con más frecuencia y compartían algunos besos tímidos.

Jungkook se aseguró de sonreírles cada vez para que viesen que todo estaba bien con él. En realidad cada vez le gustaba más verlos mostrarse afecto.

Tiempo después, se trasladaron al sofá, pero esta vez, Jimin se sentó en el regazo de Taehyung y Jungkook junto a ambos, sosteniendo sus manos. Su objetivo era que ambos se acostumbrasen a esa cercanía en su presencia y por qué no intentar que lo que estaban empezando a tener se avivase aún más.

—Jimin-hyung —lo llama el castaño buscando sus ojos.

—¿Sí?

—¿En qué trabajas exactamente?

Ambos contrarios rieron por la pregunta porque el interés de Taehyung comenzaba a ir más a allá del físico.

—Soy el encargado de la tienda Chanel que hay en el centro comercial —dice con una sonrisa que Jungkook se moría de ganas de besar.

—Wow —le sonaba que Jimin fuese dependiente de una tienda, pero no imaginó que de una marca lujosa. Aunque eso explicaba que tuviese varias cosas de la marca —yo trabajo en-

—En la universidad, estás trabajando en el laboratorio mientras haces tu tesis doctoral en bioquímica y luego quieres ser profesor universitario —le interrumpe dejando claro que estaba bien informado.

—¿Cómo lo sabes?

—Porque estoy atento a vosotros —dice con obviedad rodando los ojos con una sonrisa ladina. Jungkook esta vez no se aguantó y plantó un beso en sus labios que alargó el tiempo suficiente como para usar su lengua.

Los labios de ambos eran sumamente adictivos.

Taehyung observó el beso y cayó en cuenta de que en realidad nunca se había parado a observar con detalle un beso entre ambos chicos porque antes le causaba celos. Ahora solo lo estaba disfrutando y recopilando información, como que Jungkook también tenía la manía de agarrar la nuca de Jimin y que el rubio, al igual que hacía con él mismo, no usaba tanto su lengua.

Suspiró y se recostó en el respaldo con los ojos cerrados, parándose un momento a analizar la situación. Habían pasado de salir con Jungkook y apenas soportar a Jimin a querer obtener más y más del rubio mientras mantenía a Jungkook siendo su novio, aunque sin que le molestase compartirlo.

Al abrir los ojos, lo contrarios estaban mirándolo curioso.

—¿Todo bien? —pregunta Jungkook acercándose a su rostro con intención de besarlo apenas le respondiese.

—Si pero... ¿probamos un beso de tres? —pregunta con sus ojitos brillando.

Jungkook y Jimin se miraron unos segundos antes de que el menor de todos sonriese socarrón y llevase sus manos a la nuca de ambos antes de acercarlos a la vez que se acercaba él.

Todo fue mucho más lioso que cuando lo hacían de a dos. Un simple beso iba bien, pero cuando intentaban intensificarlo se volvía un poco más complicado y debían juntarse un poco más.

Aun así ninguno iba a obviar que estaba calentándose por aquella nueva sensación que estaba erizando hasta el último vello de su cuerpo.

Jungkook se separó haciendo sonar un chasquido y relamió sus labios sin poder resistirse al ver los labios de ambos rojos y brillantes por la saliva.

Soltó una risita y acarició sus mejillas sin dejar de verlos. Quería provocarlos aún más así que no tardó en llevar sus manos al borde de la camiseta de pijama de Jimin y quitar esta, dejando que Taehyung disfrutase de las vistas.

Good boys «KookVMin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora