Capítulo 8: "Asisto a la peor reunión familiar de mi vida."

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Era difícil dejar de pensar en esos ojos mentirosos, en las palabras que salieron de su boca la última vez que nos vimos. Cerré mis ojos sólo para decirme una vez más que tenía que concentrarme. Sabía que él era el malo, el malo de la historia, el chico realmente malo, el traidor, el mentiroso, el enemigo... Y aún así mi corazón latía por él. 

Magnus se ofreció para ir a investigar él solo, ya que tenía la gorra de invisibilidad, pero lo convencí de que era demasiado peligroso. O íbamos todos juntos o no iba nadie.

--- ¡Nadie! --- votó Tyson --- . ¡Por favor!.

Al final nos acompañó, aunque comiéndose las enormes uñas de puros nervios. Nos detuvimos en el camarote un momento para recoger nuestras cosas; pasara lo que pasase, no pensábamos quedarnos otra noche a bordo de aquel crucero lleno de zombis, por más que tuviesen un bingo de un millón de dólares.

Comprobé que llevaba a Contracorriente en el bolsillo y que las vitaminas y el termo de Hermes estaban a mano en mi petate; no quería que Tyson cargara con todo, pero él insistió y Will me dijo que no me preocupara. Tyson podía cargar cuatro petates al hombro con la misma facilidad con que yo llevaría una mochila.

Nos deslizamos por los pasillos hacia la suite del almirantazgo, siguiendo los planos de «Usted está aquí» que había por todo el barco. Magnus iba delante, invisible, explorando el terreno. Will iba detrás mío, con una flecha en su arco y preparado para disparar. Nos escondíamos siempre que pasaba alguien, pero la mayoría de la gente que vimos eran pasajeros con ojos de zombi.

--- ¿Estás bien?. --- me susurró Will. Mi mente parecía pensar que el cielo es el límite, pero volví a la tierra cuando Will me habló. Seguía mirando hacia adelante y hacia los lados, alerta, pero por el momento no habíamos visto nada.

--- Estoy bien --- dije --- . ¿Por qué lo preguntas?.

--- Por varias razones --- respondió --- . ¿Quieres la lista corta o la larga?.

--- Conozco tu juego, Solace. Si te refieres a Luke, no me importa. --- dije sin voltear a verlo. No quería mostrar cosas como esa. No quería mostrar debilidad, porque eso motivaba a mi mala suerte y terminaría lastimando aún más mi mente.

--- Te conozco lo suficiente como para saber que eso es mentira. --- dijo.

--- Entonces ¿por qué preguntas cuando me conoces tan bien? --- le gruñí, pero me sentí mal por eso --- . Lo lamento.

--- Supongo que sólo quiero que sepas que siempre puedes desahogarte conmigo sobre él si es necesario. --- me dijo suavemente, sin estar molesto por mi arrebato.

--- Te lo digo... estoy bien. No me importa --- no me volví a mirar a Will, pero incluso si viera su cara, nunca sabía cómo se sentía. Es como intentar mirar al sol, resulta cegador --- . Su trasero es mío. Voy a golpearlo y llevarlo al Olimpo para que pague por sus crímenes.

Will se rió levemente y me susurró: --- Esa es nuestra Andy.

Acabábamos de subir las escaleras de la cubierta 13, donde se suponía que estaba la suite del almirantazgo, cuando Magnus nos dijo en un siseo: --- ¡Escondanse!. --- y nos metió a empujones en un cuarto de la limpieza. Oí a dos tipos que venían por el pasillo.

--- ¿Has visto a ese dragón etíope en la bodega?. --- dijo uno de ellos.

El otro soltó una risita: --- Sí, es espantoso --- Magnus era todavía invisible, pero me apretó el brazo con fuerza. Me pareció reconocer la voz del segundo tipo --- . He oído que tienen dos más en camino --- dijo aquella voz conocida --- . Si siguen llegando a este ritmo, colega, no va a haber color… --- las dos voces se fueron apagando por el pasillo.

Andy Jackson y El Mar de Los MonstruosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora