Capítulo 20.
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Nicole Valencia.
Cuatro días después estábamos juntos en la piscina del hotel. Hoy, en unas horas nos separaremos. Gabriela y Santiago se quedaran en las Vegas, pero Mateo y yo nos vamos, aun sé a dónde, es una sorpresa de Mateo.
Después de la boda improvisada de ellos, nos tomamos toda la tarde para pasar el guayabo que teníamos, y al tercer día Mateo y yo escuchamos pacientemente como Santiago discutía son Gabriela sobre cómo era que estaban casados y como solucionarían eso.
Un rato después, volvieron a la normalidad con la decisión de que no anularían el matrimonio, pues era algo que pasaría en el futuro, ¿entonces porque retrasarlo? Fue el argumento de ellos. Entonces, en cuanto nos fuéramos ellos empezarían su luna de miel.
—Disfrutar de la luna de miel con gorrito, que estén casados no quiere decir que vayan por el hijo, por favor.
Ruega Mateo en broma, pero a la vez muy enserio.
Asiento en acuerdo.
Ellos se ríen y chocan sus copas. Ignoran el ruego de Mateo, y él me mira preocupado. Yo me encojo de hombros porque no puedo hacer nada.
<<Están locos. >>
Pasamos un rato más en la piscina hasta que es hora de que Mateo y yo alistemos maletas para irnos. Nos despedimos de la parejita recién casados y caminamos hasta la habitación.
Guardamos nuestras cosas, tomamos un baño juntos, y cuando estamos listos bajamos a recepción donde ya están nuestros amigos para despedirse de nosotros.
—Pásenla muy bien. Los queremos mucho. —Se despide Gabriela, me da un abrazo y luego a Mateo.
—Nos vemos en el aeropuerto, bro.
Santiago se despide de Mateo con medio abrazo. Cuando se acerca a mí me guiña un ojo y me susurra:
—Lo de ustedes también será como una luna de miel.
Nos reímos y nos separamos. Gabi y Mateo nos miran con curiosidad pero ninguno dice nada.
Salimos de la recepción, volteo una última vez hacia la parejita y muevo mi mano en despedida antes de subir al auto de Mateo.
— ¿Qué prefieres, Nicole? —Me pregunta Mateo cuando empiece a conducir: — ¿Avión o hacemos todo el recorrido en auto?
Volteo a mirarla boquiabierta.
—Pues, ¿A dónde me llevas?
Pregunto sorprendía. ¿Opción de Avión? Es decir que nos vamos cerca de las Vegas.
—Cinco horas en auto. 1 en avión, pero luego es otra hora en auto, así la otra opción son dos horas.
Es su respuesta.
Lo pienso.
Me gusta el auto, el sol de los Ángeles esta en toda plenitud, pero el vientecito que entra al auto hace un equilibrio para no morir de calor. Además, hay buena música saliendo de la radio.
—Auto suena bien. —Termino respondiendo, imaginando la aventura que nos espera en el camino hacia el lugar secreto.
La música que suena ahora es suave y llena el espacio, creando un ambiente relajado y cómodo. Mientras seguimos en la carretera las vegas comienzan a desvanecerse en el espejo retrovisor, siendo reemplazadas por el paisaje del desierto que se extiende ante nosotros.
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Algo más©.
RomanceCOMPLETO. El es un cantante que conquista corazones y ella una creadora de contenido cuya autenticidad cautiva a millones. La gente los ve como la pareja perfecta, pero ellos saben que su relación es algo más. Una mañana, mientras desayunan juntos...
