78
Mayo, 2010
Las semanas de exámenes finales son un estrés constante, sea para su madre, para él o para Yoongi, y probablemente para todas las personas que transitan por esta etapa y se la toman en serio. A Hoseok no le sirve el constante «las calificaciones no te definen», Hoseok siempre debe ser uno de los mejores, aun si no logra serlo. Y los mejores estudiantes viven con una cefalea tensional constante al borde de la semana de exámenes finales ¿no? Es parte del proceso. Sin importar si esta incrementa cada vez que su madre pasa a golpear su puerta para preguntar:
—¿Necesitas algo?
—No, mamá —masculla, enfocado en comprender la conformación de los diferentes sistemas económicos a nivel mundial y nacional—. Estoy bien.
Un suspiro cansado y ella desaparece. Regresa en la siguiente hora. Y en la siguiente. Hasta que Hoseok termina sus poco sanas cinco horas de estudio diario, sin descanso alguno, a las tres horas, pues el dolor de cabeza no lo deja en paz. Su madre lo encuentra extendido en la cama.
—¿Hijo? —llama con suavidad.
—Estoy bien —murmura, medio despertando, pero el dolor punzante no se va—. Tranquila, sólo me duele la cabeza.
—¿Es mucho?
—No, tranquila, ya pasará.
—No tengo nada para darte —se queja su madre—. Y ya debo irme al hospital, hijo. ¿Crees que puedas ir tú por una pastilla de venta sin receta a la farmacia? No quiero que toleres este dolor, porque mañana será peor. —Silencio—. Hoseok...
—Sí, mamá. Iré en un rato, no te preocupes.
Recibe un beso en su frente y vuelve a caer dormido. Despierta unas horas más tarde, desorientado, en silencio absoluto, según su celular son las seis de la tarde, su madre debe estar por marcharse. Por ende, se levanta, a duras penas, con el dolor punzante en su cabeza regresando de golpe, hasta el punto en que lo hace gemir. Baja las escaleras despacio, pero todo está apagado, no hay ruido, su madre no está por ningún sitio y, sólo entonces, recuerda que fue a despedirse de él hace un buen tiempo atrás. ¿Desde cuándo le cambiaron los turnos a su madre de forma tan aleatoria? Jamás la vio partir a un turno nocturno antes de las seis.
Sobre la mesa de la cocina, cuando va por un vaso de agua, encuentra un papel pequeño con el nombre de un medicamento y unos cuantos billetes, más una petición de urgencia para que vaya a comprarla y no sea perezoso o tacaño con su salud. Hoseok suspira, mirando el papel con expresión cansada y decide ir unos minutos más tarde. La farmacia más cercana se encuentra a unas cuantas cuadras, así que, considerando la hora, decide tomar el autobús.
En la parada, una cabellera negra y húmeda, que luce recién recortada, resalta al bajar del autobús, el rostro que la acompaña se dibuja en una expresión neutral. Hoseok cruza la calle, sin importar que se le escape el autobús que necesita y se acerca hasta Yoongi con una sonrisa, pues pese al dolor en su cabeza, verlo siempre es medicina para su corazón.
—Ángel. —Unos brazos lo rodean de inmediato, aferrándose a él—. Vengo de la tortura de cada ciertos meses, como podrás notar.
¿Será que algún día los padres de Yoongi le permitirán ya no cortar su cabello de esta forma? Parece un militar recién salido de la escuela. Se ve guapo, siempre se ve guapo, pero sabe que Yoongi sufre, cuando debe ir.
—Te ves bien —murmura, y pese a que intenta ocultarlo, el cansancio es notorio en su voz. Yoongi se aleja al instante y posa ambas manos sobre sus hombros para verlo directo a los ojos—. ¿Qué?
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Desde 1993 🎨 yoonseok.
Fanfic🎨 : ❝ Si hablamos de amor, significa al sueño de un niño asustado en la ignorancia y unos brazos tibios de verdad. Donde se crea un nido de tormentas y el azul del cielo se pinta sobre el lienzo, porque las nubes no sólo viven en su interior. Min Y...