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Mayo, 2006

No le gusta para nada estar aquí, siempre le ha parecido extraño, casi incómodo, por describirlo de alguna manera, Hoseok cree que estas sesiones no son lo suyo. Tal vez es demasiado sincero, y a la nueva psicóloga de la escuela no le gustan sus respuestas. Jamás lo deja en paz, siempre va a buscarlo a la misma hora, el mismo día de la semana, interrumpiendo la misma clase y regalándole todas las miradas de sus compañeros. Él no lo ha pedido, ni estar aquí, ni hablar con ella. Si ya no necesita a Yuna, ¿por qué la escuela cree que la necesita a ella?

—¿Cómo te ha ido esta semana, Hoseok? —pregunta, como siempre, sin siquiera dirigirle la mirada, sólo viendo sus papeles, pasando las páginas de su cuaderno, donde anota todo lo que él dice después de darle una mirada desaprobatoria—. No asististe ayer, ¿qué sucedió?

—Mami tenía el día libre, así que decidió que lo pasáramos juntos.

La mujer alza la mirada.

—¿En día hábil?

—¿Qué es un «día hábil»?

—Día de escuela, lunes a viernes, son los días hábiles de la semana.

—Ah.

—¿No ves mucho a tu madre?

Devuelve la mirada a su cuaderno, ya ha comenzado a mover la mano. Hoseok se acomoda en el asiento e intenta distraerse.

—Todos los días, siempre llega a casa. A veces, por la mañana; a veces, por la noche.

—Me refiero a si no pasan tiempo juntos.

—¿Para jugar o algo así? —Ella asiente—. No, mi mami siempre trabaja, tiene muchos turnos.

—¿Y quién te cuida cuando ella no está?

—Una niñera, a veces, pero ya sé cuidarme solo, así que la mayoría nadie. A veces, va mi papi. Otras veces, voy donde mi mejor amigo.

—¿Sabes que los niños no deben quedarse solos en casa, mucho menos durante la noche? —inquiere, volviendo a escudriñarlo.

—Sí... algo así, pero mi mami no puede verme. —Se encoge de hombros–. Mi papi no suele ir a verme muy seguido, sólo me lleva a casa en las tardes, después de la escuela y me visita algunos domingos, cuando quiere verme, y... uh, sé cuidarme solo, ya no soy un bebé.

La mujer guarda silencio, y Hoseok comienza a ponerse ansioso, porque no para de escribir y suspirar. Sus manos comienzan a sudar.

—¿Tu padre viene a buscarte hoy?

—No. —Desvía la mirada hacia la puerta y mueve los pies algo inquieto—. Viene mi mami. —Silencio—. ¿Ya puedo irme? Quiero ir a clase, tengo examen de ciencias en la tarde y tengo que repasar.

—Sí, ve tranquilo. Iré por ti la próxima semana.

 Iré por ti la próxima semana

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Desde 1993 🎨 yoonseok.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora