Los secretos de la corona (Daemyra)

Una propuesta y una verdad

¡Hola a todos! Y vamos en la recta final quedan como dos capítulos jeje

En este capítulo la verdad se destapa, y además hay momento Daemyra que muchos esperaban jeje.

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Besos y abrazos.

Rhaenyra y Daemon habían hecho pública su relación, y la prensa había hablado de ellos durante semanas.

No habían dicho nada malo para la sorpresa de ellos, al contrario, el reino estaba feliz de saber sobre la pareja real.

Daemon por su parte, sabía que a pesar de que su relación era pública, aún les faltaba dar pasos bastante importantes en su relación.

Uno de esos pasos habían estado a punto de darlo varias veces, cuando la pasión del momento les exigía más el uno del otro, pero ambos se habían contenido.

Tenía que ser una ocasión especial. Él quería que fuera una ocasión especial para ella.

Ese Rhaenyra fue llevada por un chofer, hacia una dirección que Daemon le había dado. 

Cuando llegó, el sol se ponía en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y rosados, mientras la brisa suave del verano acariciaba las olas del mar. En la playa desierta, bajo la luz cálida del crepúsculo, Daemon había preparado un pequeño rincón alejado del mundo, donde la única compañía eran el sonido del mar y las estrellas que comenzaban a asomarse.

Rhaeyra sonrió al ver eso, y besó a su tío en los labios como saludo. Ella lucía hermosa ese día, llevaba un vestido color turquesa que ondeaba con el viento, y se dejó guiar por la mano de Daemon hacia ese rincón especial. 

Sus ojos brillaban con curiosidad y una sonrisa suave adornaba sus labios, mientras él la conducía a través de la arena.

Al llegar, Rhaenyra se detuvo, sorprendida. Delante de ellos, un círculo de velas rodeaba una manta de colores cálidos, sobre la cual descansaba una botella de vino y dos copas de cristal. Flores silvestres esparcidas sobre la manta añadían un toque de belleza natural al ambiente. Daemon se giró hacia ella, sus ojos verdes reflejando tanto la luz de las velas como el amor en su corazón. 

Él no quería esperar más, tenía que decirle todo lo que debía decirle...y pedirle.

- Rhaenyra- dijo él con la voz cargada de emoción- Te amo, y quiero pasar el resto de mi vida contigo, y si hay más vidas luego de esta, quiero pasarlas también contigo. Juntos hemos superado pruebas y desafíos, y cada uno de esos momentos me ha demostrado que no quiero pasar un solo día más sin ti a mi lado- dijo él apretando su mano mientras ella lo miraba emocionada. 

Daemon se arrodilló con gracia, manteniendo la mirada fija en los ojos de Rhaenyra, quienes se ensanchaban con sorpresa y emoción. Con una mano temblorosa pero segura, sacó un pequeño estuche de su bolsillo y lo abrió, revelando un anillo delicadamente elaborado, con un diamante centelleante en el centro.

- Rhaenyra- continuó Daemon- Quiero hacerte una promesa, aquí y ahora. Prometo amarte, respetarte y luchar por ti en todas las circunstancias. Prometo ser tu refugio en la tormenta y tu compañero en la calma. Prometo ser tu familia, tu amigo y tu amante, todos los días de nuestras vidas. ¿Quieres casarte conmigo?- preguntó él con los ojos brillantes, rogando que ella aceptara, porque cada palabra era real, él ya no quería pasar un solo día sin ella. Él quería estar para siempre junto a ella.

Las lágrimas brillaban en los ojos de Rhaenyra mientras la emoción la embargaba. A pesar de todo el poder y la fuerza que ambos poseían, este momento se sentía vulnerable y auténtico, una declaración de amor en su forma más pura. Con una sonrisa radiante, Rhaenyra asintió, su voz entrecortada por la emoción.