Primer día de trabajo

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Hola a todos! Acá un nuevo capítulo jeje

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Besos y abrazos

Daemon solicitó permiso para acceder a la señal satelital del teléfono de Rhaenyra y Harrold autorizó el seguimiento.

Utilizó uno de los automóviles del palacio para salir en su búsqueda y la señal lo llevó hacia ¿Un gimnasio en uno de los barrios?

Maldijo y entró al lugar sin importar si lo miraban extraño.

Viserys pronto daría el discurso de que él estaría trabajando como guardaespaldas, lo humillaría más, pero al menos la gente no se preguntaría que demonios hacia en las calles de Londres.

La buscó por todos lados, y la encontró golpeando un saco de boxeo que un sujeto sostenía. 

- Más fuerte princesa, usted puede- decía el sujeto que parecía ser un entrenador del lugar.

Daemon avanzó hacia ellos y el sujeto soltó el saco al verlo casi haciendo caer a Rhaenyra, pero por suerte él había alcanzado a sostenerla de un brazo.

- ¿Tío? ¿Qué demonios haces acá? Nadie nunca me había encontrado acá- dijo Rhaenyra asustada mirando hacia todos lados.

¿Su padre sabía de ese lugar? Estaba alejado, estaba en Soho, alejado de Westminster, se había camuflado para ir y había tomado un taxi.

- Eso debería preguntártelo yo a ti, mi trabajo contigo comienza a las 7 de la mañana, y cuando fui a buscarte, tú esposo me dijo que ya habías escapado del palacio sin protección alguna- dijo él sin soltarla y Rhaenyra maldijo.

- Estoy cumpliendo mi itinerario, ejercicio a las 7 de la mañana- dijo ella nerviosa, viendo como su entrenador se apartaba un poco nervioso al ver que habían descubierto a la princesa.

- Tienes un gimnasio en casa ¿Me puedes decir por qué no lo utilizas? - preguntó Daemon confundido.

- Porque tengo un gimnasio en casa- dijo Rhaenyra como si fuera obvio- Mi esposo no hace deporte, mi padre mucho menos, cuando mis hermanos están se ponen a jugar porque aún son pequeños, y no es lo mismo hacer ejercicio fuera del palacio que hacer ejercicio acá, donde las personas son humanas, no todos diciendo ''haga esto princesa'' ''bien hecho princesa''- dijo ella nerviosa y Daemon la tomó del brazo para sacarla de allí.

- Nos vamos al palacio Rhaenyra, no perderé el tiempo contigo acá- dijo él y ella se soltó de él.

- ¿Quién te crees? ¿Mi dueño?- preguntó ella molesta- Eres mi guardaespaldas, tú misión debería ser protegerme, no darme órdenes- dijo ella quejándose y su entrenador se atrevió a intervenir.

- Príncipe Daemon- dijo él y Daemon lo miró con cara de pocos amigos.

- No soy un príncipe, soy un guardaespaldas solamente ahora- dijo él y el entrenador asintió.

- ¿Por qué no la deja terminar su rutina? La princesa está un poco estresada el día de hoy, solo por hoy, no le queda más de media hora, podrá ver que no hay nada de malo en lo que ella hace acá- dijo el entrenador y Daemon bajó a Rhaenyra.

- Las órdenes del rey son diferentes- dijo él molesto por tener que seguir las órdenes de su hermano.

- Nunca desafiaría las órdenes del rey- dijo el entrenador nervioso.

- ¿Y lo que yo quiero? ¿Lo que yo quiero no importa?- dijo Rhaenyra frustrada mirando a su tío- Tengo que mantenerme en forma para promover la vida saludable, ¿No es mejor que lo haga acá que encerrada en casa en un gimnasio privado que ni siquiera una mínima parte de la gente normal podría permitirse?- preguntó ella y Daemon arqueó una ceja.

Los secretos de la corona (Daemyra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora