EN THE BOYS ⚡//el héroe extranjero//⚡

CAPITULO 26:

México, palacio nacional.

El sol del mediodía bañaba la Plaza de la Constitución frente al Palacio Nacional, donde una multitud de periodistas, fanáticos de la tecnología, militares importantes y curiosos de la zona se habían congregado para presenciar un evento sin precedentes. Bueno, así lo habían estipulado los medios de comunicación el día de ayer. Teniendo en cuenta que el mismo ministro de defensa habia convocado todo esto, todo México parecía expectante. Cuando la noticia estaba clasificado con cualquier cosa relacionado con Suarez, la gente aprendía a esperar cualquier cosa loca y beneficiosa. Como el día de la aparición de los exoesqueletos en 2008.

Las fuerzas armadas mexicanas estaban a punto de revelar un avance tecnológico que prometía revolucionar la seguridad nacional y la percepción del poderío militar del país, un concepto nuevo y revolucionario que pondría al ejército mexicano en la cúspide con el tiempo. Y todo el proyecto estaba en manos del genio de Suarez.

En la sala de prensa del Palacio Nacional, los murmullos de los periodistas se mezclaban con el sonido de las cámaras y los flashes. ¿Qué se le había ocurrido al genio loco de Suarez esta vez? Él era una persona fuera de este mundo, y mundialmente lo relacionaban con la segunda venida de tesla y davinchi, todo en uno. El ambiente estaba cargado de expectación, ya que los rumores sobre el anuncio habían circulado durante semanas relacionado con la estancada investigación del robo del traje espacial de última generación, que secretamente parecía más un traje velico comparado con un tanque con piernas. Algunos incluso hablaban de un nuevo tipo de arma, otros de una alianza internacional con china o Rusia, pero nadie había podido prever lo que estaba a punto de ser revelado.

La puerta lateral se abrió y entró una figura imponente, vestida con un uniforme militar impecable. Las medallas obtenidas apenas cabía su ramera, un símbolo de orgullo que representaba la larga trayectoria en su profesión. Era el nuevo secretario de defensa Manuel armando moss, conocido por su liderazgo y su mano firme. Tambien había sido un líder clave al momento de la purga de la corrupción dentro de las fuerzas armadas, ayudado secretamente por el joven Suarez, mientras que públicamente el héroe yocaju era el escudo de toda su facción. Caminó hasta el podio y, tras ajustar el micrófono, se dirigió a la audiencia.

“Buenas tardes a todos,” comenzó, su voz resonando con autoridad. “Hoy es un día histórico para nuestras fuerzas armadas y para México. Nos enfrentamos a tiempos difíciles, donde la seguridad de nuestra nación se ve constantemente amenazada por fuerzas externas e internas que abogan con la subyugación de nuestra nación. La vergüenza del robo de uno de nuestros futuros patrimonios para con la humanidad ha dejado un mal sabor de boca a cada uno de nosotros. Pero también es en estos tiempos cuando demostramos nuestra fortaleza, y capacidad de innovación.”

El secretario de defensa hizo una pausa, permitiendo que sus palabras calaran en la audiencia. “Es con gran orgullo que hoy presentamos una de nuestras mayores innovaciones en tecnología militar: la Unidad de Combate Armado de Alta Tecnología, diseñada para enfrentar y superar cualquier desafío que se nos presente, la máxima representación de la defensa nacional mexicana.”

Con un gesto, el secretario de defensa indicó hacia la entrada lateral. Las luces se atenuaron y una pantalla gigante mostró imágenes de un ser humanoide plateado y sin rasgos faciales, montado en una patineta ovalada que parecía desafiar las leyes de la física, levitando. Los murmullos aumentaron y las cámaras no dejaban de disparar sus luces para capturar cada detalle de aquel ser.

“Damas y caballeros, les presento al coronel Armando González, alias, el coronel de plata.” anunció el General.

Desde la entrada lateral, emergió la figura imponente. Armando González, como uno de los pilotos más destacados de México, tambien era el mejor surfista de la nación, aunque nadie tendría que saber ese hecho. Se elevó hacia la caminaba con la confianza que sólo los verdaderos héroes poseían. La armadura, que parecía una segunda piel plateada alrededor del cuerpo de Gonzales, brillaba bajo las luces, se sostenía en su patineta, como si sus pies estuvieran soldados en esta.