Episodio 21

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Kirishima bajó de su caballo y corrió hacia la montaña. Bakugo iba unos pasos detrás de él.

– Bakugo – Aisawa se encontraba en el primer punto de defensa. Era casi el amanecer.

– ¿Qué está pasando aquí? – Estaba confundido. Kirishima se veía bien. Sólo cansado. Además viendo las horas de viaje, a los demás soldados detrás y las condiciones de los caballos algo no cuadraba.

– Fuimos traicionados – le aseguró el Rey.

– Te explicaré todo después. ¿Cómo están ustedes? – Su cara le mostraba algo pero Bakugo no estaba seguro de que era.

– Aisawa, ¿Qué demonios pasó? ¿Los atacaron? – El chico negó lentamente.

– Sería más fácil de explicar si nos hubieran atacado... –

– ¡Kirishima! – Denki salió corriendo de la montaña, abrazando a su pareja, estaba llorando.

– Tranquilo mi rayito, ya estoy aquí, no hay nada de que preocuparse.

– Kiri, todo fue mi culpa. Yo lo dejé solo... Bakugo va a matarme – las feromonas de Bakugo se volvieron locas. El estaba tan mal que ni siquiera podía contrarlas.

– Deku... ¿Qué le pasó a Deku? – Esta vez, Denki corrió a sus brazos sin dejar de llorar.

– Dicen que lo vieron con Sero. Pero no aparece por ningún lado... Además Sero está con ustedes.

– Sero nos traicionó – Kirishima fue el único en hablar.

– Sero nos vendió al maldito imperio para secuestrar a Deku – todos lo miraron sorprendido a excepción de Bakugo. Kirishima y él se miraban a los ojos entendiendo perfectamente lo que estaba pasando.

La trampa no había sido para ellos directamente. El plan era alejarlos de ahí, y secuestrar al omega.

– Preparen los malditos mapas del imperio. Deku, un miembro del Reino ha sido secuestrado.

– Cruzaron la frontera y secuestraron a uno de nosotros. – gritó Kirishima.

– La guerra finalmente ha comenzado.

TRES AÑOS DESPUÉS

Bakugo entró a la tienda. El olor a sangre y podredumbre era horrible, pero estaba acostumbrado a ello. Y, por el momento, estaba más furioso y desesperado que preocupado por su alrededor. Aún así algo en su interior estaba emocionado. Algo que había callado hace muchos años, pero estaba listo para salir y destruir a cualquiera que se le pusiera en frente.

Miró a la persona que estaba encadenada frente a él. La tortura que Kirishima le había hecho había destruido su rostro. Quería hacerla él mismo, pero el pelirrojo lo detuvo, un Rey no podía encargarse de esos asuntos. El cuadro frente a sus ojos le hizo recordar otro momento. Había visto a Sero en una posición similar una vez, cuando lo rescató. Esta vez estaba siendo torturado por su misma gente.

Apenas podía abrir uno de sus ojos, por lo hinchado que estaba. Había perdido algunos dientes y dos dedos de su mano. Se sintió complacido. Kirishima había hecho un gran trabajo.

– ¡Oh! Debería ponerme de rodillas. Nuestro gran Rey por fin ha llegado – dijo el beta al verlo con sarcasmo en la voz. Se reía. Al parecer Lo que había hecho su amigo no había sido suficiente para destruir su espíritu.

– Solía creer que eras uno de los mejores soldados. Pero cuando me informaron que Mina te había encontrado, me di cuenta de la decepción que eres. – tomó uno de los hierros calientes que estaban en la fogata, pudo sentir el calor en la mano por el metal, pero era tolerable. Necesitaba el dolor para seguir de pie, y no matar a su "amigo" antes de sacarle lainformación que necesitaba.

El corazón del Rey Bárbaro // TERMINADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora