La confesión de Deku seguía rondando en la cabeza del Rey. Aunque había cosas que le molestaban, le había quitado importancia al saber que su corazón era correspondido. "Quiero ser tuyo siempre" seguía resonando en su cabeza haciéndolo sonreir. Cuando volvió a su habitación se encontró a Deku recargado en su propia puerta.
– ¿Aún no vas a dormir? – le preguntó, acercándose más de lo que cualquier persona consideraría "correcto" pero después de esa confesión, sabía que eso ya no era problema.
– Estuve pensando... – dijo para si mismo el omega mientras evitaba mirarlo a los ojos.
– ¿En qué pensabas? – continuó el alfa rozando su nariz con la mejilla del contrario. El rostro del omega enrojeció en cuestión de segundos.
– Yo... yo ... pensaba en como llamarte... y creí... creí que si pasaba más tiempo contigo, lo sabría. – Le aseguró mientras levantaba el rostro finalmente, viéndose a los ojos, su corazón se estremeció de emoción, mientras ambos se veían de una forma que nunca habían imaginado, haciendo que sus latidos se volvieran más rápidos.
– Entonces pasaré más tiempo contigo. ¿Quieres hacer algo en especial? – le preguntó Katsuki sin dejar de sonreírle.
– ¿Quieres pasar? – le preguntó haciendo un espacio para que entrara por la puerta. La mano de Bakugo acarició la mejilla del contrario, mostrando una gran sonrisa.
– Podría hacerlo, pero debo admitirlo, si entro sería peligroso para ti – continuó dejando un pequeño beso en su mejilla. Deku se sorprendió, entendía perfectamente a que se refería.
– Yo... no me refiero a eso.
– Lo sé, pero te lo dije desde el inicio, ¿recuerdas que pasará si entras en mi habitación? – Deku asintió.
– Pues lo mismo pasará si entro a la tuya– continuó mientras le daba otro beso.
– Yo... – un suspiro escapó de la boca del alfa.
– Por que no vamos a la biblioteca, ahí puedo prometerte que me controlaré – le aseguró con una sonrisa burlona mientras le daba la espalda eligiendo su nuevo destino.
Cuando llegaron al lugar, Bakugo se tiró entre las pieles mientras Deku tomaba uno de los libros. Se sentó a su lado y empezó a leer un poco para el alfa. En este momento era un libro antiguo sobre criaturas mágicas. Mientras leia, el omega sonaba cada vez más confundido por lo que había ahí.
– ¿Por qué hay libros sobre cuentos y leyendas aquí? – le preguntó curioso.
– No esperaba encontrar cosas que no son reales – el alfa rió.
– ¿De qué estás hablando? Este es un libro de historia Deku, todas estas cosas existieron de verdad.
– ¿De verdad? ¿Incluso los dragones?
– Joder, ¡claro que había dragones! – le dijo con emoción el alfa.
– Dragones, brujos, quimeras, duendes, hadas. Todo lo que tu consideras como mitología existía – continuó.
– Deku, ¿quién crees que creó los túneles en las montañas? Fueron los mismos dragones, para esconderse de tu gente.
– ¿mi gente? – Bakugo asintió.
– Los Imperios creyeron que todas esas "bestias míticas" eran un problema, así que empezaron a exterminarlos. Los dragones eran muy grandes, fueron de los primeros en extinguirse.
Tomó la mano del chico y le dio un pequeño beso.
– Los magos se mezclaron entre los humanos, por eso hay unos cuantos que tienen magia, como Denki, pero está más diluida que nada. Se dice que aún hay elfos de hielo en las montañas del norte.
– Cuando era niño, vi al último dragón morir – le aseguró y sin dudarlo se levantó y jaló al chico para que lo siguiera por los túneles en la montaña.
– Era majestuoso, enorme, de color rojo – decía emocionado mientras seguía avanzando.
– Fue en invierno. Todos estábamos dentro, lo habían lastimado, sangraba mucho, pero no dudó en refugiarse con nosotros – finalmente se detuvo fuera de una cámara y le mostró una gran sonrisa.
– Aún tengo algunas de sus escamas, lamentablemente no sobrevivió por más que intentamos salvarlo. Aquí consideramos a los dragones como dioses. – continuó mientras alumbraba el salón, donde un esqueleto gigante de dragón descansaba.
– Dormí en esta sala con él muchas veces, por eso el rey anterior me tomó como su heredero. Estaba seguro que había sangre de dragón en mi. – le aseguró mientras acariciaba los huesos. Deku estaba sorprendido. De alguna forma algo en su interior le decía que los dragones eran simples cuentos, pero ahora estaba ahí admirando los restos de uno.
– ¿No le tenías miedo? – Bakugo negó al instante. – Algunos le temían, pero yo sabía que no era peligroso, sabía que se sentía solo, y que el no quería morir de esa forma.
Se sentó en algunas pieles que había a su alrededor y recargó su cabeza en la piedra para observar el esqueleto. Deku se acercó y reunió todo su valor para sentarse entre sus piernas. Bakugo lo aceptó gustoso dándole espacio mientras lo abrazaba por la cintura, recargando su barbilla en el hombro del chico.
– Vino directo a esta cámara. Se dice que siglos antes, solía estar repleta de nidos. seguramente nació aquí. – continuó.
– Me senté en este mismo lugar con él, y hablé, solo hablé hasta que dejó este mundo. – Deku estaba hipnotizado por la historia, mientras disfrutaba del aroma a cedro y la dulce respiración en su cuello.
– ¿De que le hablaste? – aquello hizo reír a Bakugo.
– Seguramente tonterías, tenía seis años. ¿de qué habla un niño de 6? Pero decían que me escuchaba con atención, que parecía... ansioso por seguir escuchando... fue mágico.
Deku dejó caer su peso recargándose completamente en el alfa. – Yo entiendo eso. cuando hablas todo lo demás deja de cobrar sentido. Sólo existes tu. Seguro fue así para el dragón también.
Aquellas palabras aceleraron el corazón del alfa. Dejó salir un suspiro y besó el cuello del omega justo en sus glándulas, haciéndolo suspirar.
– Kacchan...
– Tu empezaste, no haré nada que te incomode, pero tu empezaste, ¿cómo esperabas que reaccionara ante tus palabras? espera... ¿cómo me llamaste? – El rostro del omega estaba enrojecido.
– ¿Kacchan? – dijo con duda, sin saber realmente de donde había salido aquello, pero de alguna forma se sentía bien llamarlo así.
– Es el nombre que te di, Kacchan – ambos dejaron salir una pequeña risa.
– Dijiste que el Rey te eligió como su heredero... ¿no eres su hijo? – Bakugo negó.
– Aquí no se da la sucesión por sangre, no todos los que tienen sangre real merecen el trono. Debes ganártelo. Puedes pelear por él al cumplir la mayoría de edad, si el consejo te lo permite, o el Rey, puede elegirte como su heredero. Después de la muerte del dragón me eligieron.
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El corazón del Rey Bárbaro // TERMINADO
FanficSintió un pequeño aroma a lima. Algo extraño en el norte. No dudó en seguir sus sentidos hasta que encontró a una persona tirada en medio del bosque. Su ropa era de mala calidad, se veía vieja, rota y estaba mojada. Pero su apariencia, era todo lo...