Capítulo 27

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La muerte del Rey Bakugo se dió a conocer en el mundo. Para ser un rey guerrero, morir en paz en su cama debió de ser algo extraño. Izuku se enteró en medio de la reunión del consejo. Su mano derecha, el duque Ilda leía la información relevante de los últimos días.

– El Rey Bakugo del Reino Bárbaro falleció hace dos días, la sucesión fue dada a Daiki Bakugo. Quien nos invita a su coronación dentro de 4 días. En el Imperio del Sur, el Emperador... – Pero Izuku no pudo escuchar más. Sus oídos zumbaron y tuvo que sostenerse de la mesa para no caerse. Su omega interior gritó, y tuvo que esforzarse al máximo para contener las lágrimas.

Todo le da vueltas. Habian mil pensamientos en su mente. Su alfa estaba muerto. Lo había visto hace tiempo, se habían peleado... No, el había peleado, el alfa ni siquiera se había inmutado y ahora estaba muerto. Lo había perdido realmente.

Durante años, después del nacimiento de su cachorro, y heredero, había tenido fantasías en las que este cumplía la mayoría de edad y él abdicaba al trono, tomaba un caballo y buscaba al amor de su vida. Pero después de tantos años, todo se había hecho ceniza. No había nadie a quien buscar, el gran alfa estaba muerto.

Por si fuera poco, otra espina se clavó en su corazón. De alguna forma, y con su propio egoísmo, se había imaginado que Katsuki nunca se había encontrado con alguien más. Al final de cuentas estaban casados. Eso prometía que no existiría alguien más en su vida. Estaba prohibido después del matrimonio. Pero ahora se daba cuenta de lo hipócrita que había sido.

Sabía que no tenía derecho a reclamar, pero su omega interior no dejaba de llorar al saber que el gran alfa lo había reemplazado en su corazón, teniendo un hijo con alguien más.

El nuevo rey tenía su apellido. Así que era su descendiente, su hijo. ¿Cuántos años tendrá? ¿Aquella vez que lo visitó fue hace 7 o 8 años? El nuevo rey no podía ser un infante... al final el amor realmente dejó de existir para ambos. O al menos eso es lo que pensaba Izuku, su cabeza se movía al mil por hora tratando de imaginar la situación.

Si aún tenía el tatuaje de su boda significa que había roto sus propias tradiciones. ¿Realmente había sido así o lo hizo solo por su reino? Seguramente los dos se habían encontrado en la misma situación. Eran reyes y tenían obligaciones. Al final, el amor nunca lo podía todo. Él se había casado con Shoto, para asegurar la paz en su reino, y Bakugo, seguramente tenía una pareja. Algo amargo creció en su interior al darse cuenta de ello. Y muy en el fondo deseó que el alfa no fuera feliz con aquella persona, como él tampoco lo era.

La reunión terminó temprano y volvió a su habitación. Tres horas después Todoroki tocó la puerta. Había escuchado las noticias, y, aunque no conocía la historia, sabía que Izuku había pasado tiempo con el alfa.

– ¿Necesitas hablar? – Izuku negó. Estaba recostado en su cama mientras abrazaba lo único que le había quedado de Bakugo. La capa con la que lo había cubierto después de la guerra. Ahora estaba vieja y descolorida. Pero en su momento, era roja y tenía el delicioso aroma del alfa. El cual había desaparecido años atrás.

– ¿Seguro? No es como si yo fuera a molestarme. Entiendo que el Rey Bakugo está muerto, y que significaba algo para ti.

– No éramos nada. – Shoto rió, tomando la piel entre sus manos.

– Entonces me imagino que puedo deshacerme de esto – Izuku la recuperó rapidamente.

– Izu, somos amigos, puedes hablarme de él.

– No puedo.

– ¿Por qué no? – los ojos de Izuku se llenaron de lágrimas. Era un hombre adulto, pero no había llorado en años, y ahora se sentía tonto.

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⏰ Última actualización: Jul 23 ⏰

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El corazón del Rey Bárbaro // TERMINADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora